Una impotente muestra de capitulación o, a saber, un anticipado intento de tanking. Nadie entiende o, por lo menos cada vez es más difícil de entender a los Philadelphia 76ers y su gestión de Joel Embiid y Paul George con la que tienen encima.
Recibiendo a los intratables líderes Cleveland Cavaliers anoche y hundidos en el Este con 2-8, Philly decidió dar descanso a Embiid y George al tratarse de un back-to-back.
Y pese al esfuerzo del conjunto de Nick Nurse, de ese fenomenal rookie Jared McCain con 34 puntos y 10 asistencias, la lógica se impuso y los Cavs ganaron (106-114) para ponerse con 13-0 y convertirse en el sexto equipo de la NBA en firmar tal arranque. Un resultado que pone con 2-9 a unos Sixers penúltimos que sólo ven por debajo a unos Toronto Raptors en construcción (2-10).
Si bien es cierto que la suplencia de Embiid no sorprende tanto teniendo en cuenta que el pívot apenas había hecho su debut la noche anterior -aunque el camerunés dijo que quería jugar-, sí que sorprende la no participación de Paul George.
El ex de los Clippers, totalmente recuperado de su leve lesión de rodilla de pretemporada, venía con ritmo y jugando bien -había anotado 29 puntos ante los Knicks-, y su presencia se antojaba fundamental para que los Sixers compitieran en tal situación de emergencia sin Embiid y sin un Tyrese Maxey lesionado.
El esfuerzo de otros secundarios como Guerschon Yabusele, titular y 10 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias en 30 minutos, tampoco alcanzó ante unos Cavaliers liderados por el dúo Darius Garland – Donovan Mitchell con 25 y 23 puntos.
Los Sixers perdieron una oportunidad de oro de dar un paso en la clasificación y sobre todo rearmarse moralmente optando por un conservadurismo incomprensible en tal situación de necesidad.
La política de precaución con sus estrellas se le está yendo de las manos a un equipo que pareció hacer en verano un gran empujón para el anillo con Paul George pero parece estar más bien en el extremo opuesto haciendo algo incluso parecido al tanking, la triquiñuela de los equipos perdedores de dejarse perder para acabar lo más abajo posible en la tabla y adquirir una buena posición de cara al draft.
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