Los retrasos en la elaboración de los Presupuestos para 2025 siguen acumulándose. El Gobierno ya asumía que, aun alcanzando un hipotético acuerdo, no los tendría en vigor antes del 1 de enero. Ahora, la catástrofe de la DANA obliga a reformular el proyecto de las próximas Cuentas Públicas y el Ejecutivo ha aplazado la negociación con los socios de investidura. Se está a la espera de definir las nuevas “partidas específicas” para la reconstrucción y relanzamiento de las zonas afectadas, principalmente la provincia de Valencia, así como a calcular su impacto en el déficit y la deuda pública.
Mientras tanto, lejos de garantizarse el apoyo de los socios ante esta nueva situación como confían en Moncloa, la incertidumbre ha escalado. “El escenario cambia, pero habrá que verlo”, condicionan fuentes de la dirección de la dirección parlamentaria de ERC. Desde Junts, la pieza más compleja de encajar, e imprescindible como todas las demás, incluso han avisado al Gobierno del “error de vincular la aprobación de los Presupuestos a las ayudas a los damnificados”. Con Junts todavía está pendiente de negociar la senda de déficit, el paso previo imprescindible para llevar los Presupuestos al Congreso.
El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, durante su comparecencia en el Congreso este miércoles para dar explicaciones sobre la gestión del Gobierno de la catástrofe apeló a la «obviedad» de que los próximos Presupuestos tendrán que contener partidas propias para “responder ante la reconstrucción de las zonas dañadas”. Una vinculación que el diputado posconvergente, Josep Maria Cervera, calificó de “chantaje”. Junts apuesta por una modificación presupuestaria de las actuales Cuentas para dotar a la reconstrucción y las ayudas de un fondo extraordinario.
Si Junts habla de “chantaje”, los valencianistas de Compromís, formación integrada dentro de Sumar, endurecieron el tono durante el pleno de este miércoles para ligar su apoyo a las cuentas a la inclusión de partidas para la Comunidad Valenciana. Su portavoz, Águeda Micó, endureció el tono contra la gestión del Ejecutivo y reclamó «tomar las riendas de la reconstrucción» a través de las cuentas del próximo año. Posiciones antagónicas que aumentan la complejidad para contentar a todos los socios necesarios.
Algo que se está viendo en la negociación del nuevo paquete fiscal, con intereses por el momento irreconciliables a cuenta de la supresión del impuesto a las energéticas. Los conservadores PNV y Junts, pidiendo menos presión fiscal, y los progresistas ERC, EH Bildu, Podemos y BNG, exigiendo elevarla.
«Las circunstancias han cambiado»
En el Ejecutivo insisten en que ahora los Presupuestos son más necesarios que nunca y confían en sacarlos adelante. “Las circunstancias han cambiado”, apunta un ministro socialista del círculo más cercano al presidente del Gobierno. “Habrá Presupuestos” con el apoyo de los socios de investidura, asegura sin contar con el PP. Lo contrario, según concluye, sería “una irresponsabilidad”.
Como elemento de presión añadida, desde el PSPV-PSOE han avanzado que darán su apoyo a los Presupuestos de la Generalitat para facilitar la gestión de las ayudas y la tarea de reconstrucción. Incluso en la Diputación, los socialistas han avanzado su voto a favor si se reorientan el proyecto para responder a la catástrofe. “No estamos chantajeando a nadie”, negaba el titular de Política Territorial para remarcar que ante situaciones de emergencia en otras comunidades las cuentas públicas salieron adelante con el apoyo de todos los grupos.
Los socios están a la espera de sentarse a negociar, aunque entienden el retraso añadido por la nueva coyuntura y las urgencias del momento. Por el momento, ni vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ni el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, durante la ronda de contactos con los grupos para informarles de las actuaciones del Gobierno ante la DANA, se ha abordado la carpeta de las Cuentas Públicas.
A quienes sí tiene informados la vicepresidenta primera es a sus colegas del Consejo de Ministros, a los cuales les ha trasladado “tranquilidad”. También sobre la negociación del paquete fiscal, pues consideran que “hasta el último momento” hay tiempo para lograr un acuerdo que acepten todos los socios. Estos últimos siguen advirtiendo por su parte que el Ejecutivo no puede dar sus votos por asegurados, menos todavía para los Presupuestos. El escenario ha cambiado, pero la complejidad de sacar las Cuentas Públicas adelante es si cabe mayor.