Los republicanos se han asegurado la mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ampliando su dominio en la Cámara baja y ofreciendo un tripleta gobernante en Washington que podría dar a Donald Trump un poder arrollador para promulgar su agenda legislativa.
La agencia de noticias Associated Press determinó el miércoles por la noche que los republicanos habían ganado al menos 218 escaños en los 435 miembros de la Cámara tras una victoria en Arizona, una convocatoria que se produjo más de una semana después del cierre de las urnas en todo Estados Unidos y mientras Trump hacía anuncios sobre su Gabinete que causaron conmoción en Washington.
La cifra de escaños garantiza que los republicanos seguirán teniendo una decisiva voz en asuntos clave como la financiación del Gobierno, las negociaciones sobre el techo de la deuda y la ayuda exterior, y supone el fin de las esperanzas de los demócratas de que la Cámara Baja pudiera servir de bloqueo contra la agenda de Trump.
Los republicanos ya habían ganado la Casa Blanca y recuperado la mayoría en el Senado, por lo que su victoria en la Cámara les proporciona el último componente de su triplete gobernante. Aunque tendrán una escasa mayoría, los republicanos han indicado que utilizarán su trifecta con el máximo efecto cuando el nuevo Congreso se constituya en enero.