El atronador rugido de la multitud ansiosa se cuela en los pasadizos donde se mezcla con el sonido del metal de las armas y el trote nervioso de los gladiadores que aguardan su turno para acceder al Coliseo de Roma. Entre todos ellos, destaca la figura de una mujer que trata de mantener la concentración instantes previos a saltar a la arena, donde luchará por sobrevivir contra otra guerrera en un espectáculo inusual que el público espera con gran interés.

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