El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha elegido este jueves al excandidato presidencial Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus teorías de la conspiración sobre las vacunas, como nuevo secretario de Salud. Trump ha subrayado en su red social, Truth Social, que velar por la salud de los ciudadanos es el puesto más importante de la Administración y ha destacado que «durante demasiado tiempo los estadounidenses han sido aplastados por el sistema industrial alimenticio y las farmacéuticas que se han involucrado en engaños y desinformación en lo que respecta a la sanidad pública».
«Make America healthy again», MAHA (traducido como «haz que América sea sana de nuevo») es el eslogan que se está difundiendo en las redes sociales ahora que influencers del fitness y padres impulsan las tentativas de Robert F. Kennedy, miembro de la dinastía Kennedy, de ‘limpiar’ la producción de comida en EEUU.
Kennedy, sobrino del asesinado presidente John F. Kennedy e hijo del aspirante a la presidencia por el Partido Demócrata Robert F. Kennedy ha generado gran preocupación entre los expertos de la sanidad por sus postulados en contra de las vacunas y sus demandas a favor de eliminar la fluorización del agua del grifo, dos puntales de las estrategias de sanidad públicas en EEUU. También ha defendido beber leche cruda de vaca, una posibilidad que la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) considera que genera graves riesgos de salud. Eso sí. Hay un punto de su programa que ha generado muchos apoyos entre el electorado: el desmantelamiento del «dominio corporativo» de la cadena alimentaria estadounidense, incluyendo la posible de colorantes, pesticidas y otras toxinas de la industria.
Enfermedades crónicas
«Hay muchos elementos de las ideas de Kennedy acerca de la salud con las que no me siento cómoda: no comparto su postura con las vacunas, o con la fluorización del agua potable», ha asegurado Mario Nestle, profesor de nutrición en la Universidad de Nueva York. «Pero hay una cosa en la que tiene por completo razón y es que las enfermedades crónicas son un problema y los conflictos de interés entre gentes del Gobierno y las empresas de alimentación son rampantes».
Kennedy ha prometido comenzar eliminando los colorantes artificiales empleados en los cereales para niños, como por ejemplo el Red-3, que está prohibido para la mayoría de los usos en Europa. «Lo primero que voy a hacer no os va a costar nada porque voy a decir a las empresas de cereales que eliminen todos los colorantes de su comida», ha dicho escasos días antes de la victoria de Trump. Una forma de hacer efectiva esta medida sería expandiendo a todo el país el veto aprobado hace poco en el estado de California, una medida que tiene el respaldo de ambos partidos en el Senado.