La ciudad de Gandia, y en especial aquellas zonas que constituyen núcleos históricos, está llena de viviendas abandonadas, algunas incluso en estado de semirruina, que se aprecian perfectamente cuando se recorren esas calles. Y es en episodios de fuertes lluvias o de otros fenómenos meteorológicos adversos, como el viento, cuando surgen los problemas en forma de desprendimientos que acaban en la calle.

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