El Día Mundial de la Diabetes se conmemora cada año el 14 de noviembre. Para conocer más sobre la enfermedad, su tratamiento y su prevención, hemos hablado con profesionales de Quironsalud.
Debemos prestar mucha atención a la diabetes y a todo lo relacionado con ella, ya que según datos recientes de la Federación Internacional de Diabetes (FID), un tercio de las personas que tienen la enfermedad lo desconocen. En España la padecen unos 5,1 millones de adultos, lo que supone uno de cada siete. Además, el incremento desde el año 2019 ha sido de un 42%.
Para conocer las especificaciones de la enfermedad hemos hablado con la doctora Laura Tuneu, jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitari Sagrat Cor, que aclara que “es una enfermedad metabólica crónica, en la que el paciente convive con un exceso de glucosa en sangre causado por un déficit de insulina o bien una resistencia a la acción de la insulina. Este exceso de azúcar en sangre impide el aprovechamiento de la glucosa como fuente de energía, pero también del resto de los nutrientes como son las proteínas y grasas”.
Las consecuencias de la enfermedad dependen de diversos factores, como puede ser la duración de la misma, el tipo de control que se haya realizado, la edad y la presencia de otros elementos de riesgo cardiovascular. Pero podemos decir que las consecuencias se dividen en agudas “que aparecen a corto plazo y son causadas por altos niveles de glucosa, pudiendo conllevar deshidratación, desnutrición y apariciones cetonas” y crónicas “que aparecen tras años de enfermedad, siendo causadas por el efecto sostenido de los niveles altos de azúcar sobre las arterias, lo que endurece las mismas, dificultando que la sangre llegue a todos los órganos”. De manera que las complicaciones crónicas afectan al corazón, riñón, cerebro, ojos o nervios, por ejemplo.
Al igual que las consecuencias son variadas, también existen diferentes tipos de diabetes.
También es importante conocer dos aspectos clave como son la retinopatía diabética, que supone “una complicación crónica de los pacientes que viven con diabetes en la que los niveles altos y sostenidos de azúcar dañan los vasos que irrigan la retina, causando hemorragias, generación de nuevos vasos sanguíneos, cicatrices, incluso desprendimiento de retina”, estando muy relacionada con la pérdida de visión. El otro concepto fundamental es el pie diabético, una complicación, también crónica, que ocurre porque “los niveles altos de glucosa lesionan las arterias y los nervios que sostienen los tejidos. Las lesiones se manifiestan inicialmente en los tejidos de las zonas más alejadas, como son los pies. Los principales síntomas son las úlceras, las infecciones, el dolor y la pérdida de la sensibilidad, entre otros”.
¿Cómo es el diagnóstico de la diabetes?
Para entender el origen y saber cómo enfocar la detección, hemos contado con la experiencia de la doctora Susana Monereo, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional, que, como hemos visto previamente, indica “hay que diferenciar entre los casos de daño pancreático total, con falta absoluta o incapacidad total para producir insulina” y “los casos de déficit relativo, en personas, generalmente con obesidad, que no son capaces de producir la insulina que necesitan”.
Un aspecto positivo es que la diabetes resulta fácil de detectar “por los síntomas clásicos, como pérdida de peso, mucha sed, beber mucha agua (polipsia), orinar mucho (poliuria) o cansancio”. Además, es sencillo medir la glucosa en sangre, con análisis capilares, el clásico pinchazo en el dedo o incluso sensores de glucosa. Es importante saber que “se considera diabetes cuando la glucosa en sangre en ayunas es superior a 126, en al menos dos ocasiones, o mayor de 140 después de las comidas”.
El paciente debe tener cuenta que la diabetes puede relacionarse con otras enfermedades, como “tiroiditis autoinmunes de Hashimoto, la insuficiencia suprarrenal u otras enfermedades autoinmunes no endocrinas como psoriasis, artritis…”, en el caso del tipo 1. Las de tipo 2 se asocian con la obesidad, especialmente la que acumula grasa en el tronco. En ambos casos, son “pacientes con más propensión a desarrollar enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial y enfermedad renal”.
A modo estadístico, las de tipo 1 representan entre el 25/30 % de los casos, siendo el restante las de tipo 2.
Métodos de tratamiento
Hemos contado con las palabras del doctor Jorge Cid, especialista en Endocrinología del Hospital Quirónsalud Torrevieja y Quironsalud Alicante, que explica que el tratamiento va en función del tipo de diabetes. Para el tipo 1, consiste en “la aplicación de insulina, tanto de acción prolongada como ultrarrápida, la monitorización de la glucosa en sangre capilar o intersticial, una dieta equilibrada, controlando la ingesta de hidratos de carbono y favoreciendo los de bajo índice glucémico, todo acompañado de actividad física regular”. Para el tipo 2, “se incide más en un cambio en el estilo de vida (dieta saludable, control del peso y actividad física regular), además del uso de fármacos (Metformina, sulfonilureas, inhibidores de SGLT-2, inhibidores de DPP-4, analógos de GLP-1, etc.)”.
Aunque se trate de tratamiento personalizados, hay unos criterios globales y lo más importante es que existen formas de prevenir la diabetes, “sobre todo en la Diabetes Melliitus tipo2, en la que se debe realizar un estilo de vida saludable (dieta saludable, actividad física regular, control de peso…), control de glucosa en las personas de riesgo como obesos, antecedentes familiares de diabetes, o de diabetes gestacional, con visitas regulares con algún profesional de salud especializado en ello”.
Desafortunadamente, a día de hoy no tiene cura como tal, pero se están realizando importantes avances, aunque sigue siendo una enfermedad crónica que requiere de un tratamiento continuado, combinado con los elementos comentados (actividad física regular, control de peso, ajustes de fármacos).
La revolución tecnológica
Como en todos los aspectos de nuestra sociedad, en la diabetes está teniendo un impacto tremendo la presencia de la tecnología. Explica las últimas revoluciones el doctor Jorge Solano Murillo, jefe del Servicio de Cirugía Metabólica en el Hospital Quirónsalud Zaragoza, que nos habla sobre la cirugía metabólica que “permite que hasta el 93% de los pacientes abandonen toda la medicación, mejorando o curándose de las secuelas de la diabetes”. Esta cirugía convive con “los nuevos tratamientos con análogos de GLP1, especialmente indicados en pacientes que padecen diabetes y obesidad”, aunque estos implican seguir medicándose toda la vida.
El doctor Solano Murillo nos explica en profundidad la cirugía metabólica, que “consiste en la realización de un bypass intestinal. Con ello, conseguimos que no se estimulen las hormonas que suben los niveles de azúcar y disminuimos la absorción de grasas”. Esto provoca numerosas ventajas como “la regulación de los niveles de glucosa, colesterol y triglicéridos en sangre, sin tomar ninguna medicación. Además de solucionar la citada diabetes y sus problemas metabólicos añadidos, se beneficia de pérdida de peso”.
Es una cirugía mínimamente invasiva que “se hace por laparoscopia, dura entre 30-40 minutos y el paciente abandona el hospital a las 48 horas de la intervención”.