Todos los miembros del Banco Central Europeo (BCE) apoyaron la decisión de recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos en el encuentro de octubre, según se refleja en las actas de la reunión, al considerar que «el proceso desinflacionario estaba bien encaminado», aunque «todavía es demasiado pronto para cantar victoria en la lucha contra la inflación».
El documento recoge que hubo un amplio acuerdo en el Consejo de Gobierno del organismo sobre que la convergencia de la inflación hacia el objetivo de medio plazo del 2% estaba bien encaminada y que la configuración de los riesgos al alza y a la baja se había vuelto más equilibrada.
«Se trataba de una decisión basada en los datos, justificada por una amplia gama de indicadores de las perspectivas de inflación que apuntaban en la misma dirección. Además, reflejaba una interpretación de las tendencias de esos datos y una continuidad con respecto a decisiones de recorte anteriores, en lugar de depender de un dato concreto. También era coherente con las consideraciones de política monetaria planteadas en la reunión anterior, en la que se había puesto de relieve que el Consejo de Gobierno podría decidir actuar con mayor rapidez si los datos fueran más débiles de lo previsto».
Así lo añade el texto, en el que se destaca que, si bien la tendencia desinflacionaria «se estaba fortaleciendo, volviéndose más robusta y ganando impulso», al mismo tiempo, «todavía era demasiado pronto para cantar victoria en la lucha contra la inflación, sobre todo porque todavía no se había materializado la principal reducción de la inflación de los servicios y del crecimiento de los salarios».
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