Salir a pasear por la noche en cualquier zona rural de España suele ser siempre un placer. Sobre todo, si no hay nubes. Habrá quien se asuste de los ruidos entre la maleza, pero a buen seguro que todo quedará opacado ante la visión de un cielo estrellado. La clave suele ser la falta de contaminación -la del aire y la lumínica-, lo que irónicamente suele dejar a las grandes ciudades con un apagón celeste. En un intento de ponerle remedio, el Congreso y el Senado han aprobado una iniciativa en la que instan al Gobierno a tomar las medidas necesarias para «mejorar la calidad del cielo nocturno y el acceso a la luz de las estrellas«. 

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