Salir a pasear por la noche en cualquier zona rural de España suele ser siempre un placer. Sobre todo, si no hay nubes. Habrá quien se asuste de los ruidos entre la maleza, pero a buen seguro que todo quedará opacado ante la visión de un cielo estrellado. La clave suele ser la falta de contaminación -la del aire y la lumínica-, lo que irónicamente suele dejar a las grandes ciudades con un apagón celeste. En un intento de ponerle remedio, el Congreso y el Senado han aprobado una iniciativa en la que instan al Gobierno a tomar las medidas necesarias para «mejorar la calidad del cielo nocturno y el acceso a la luz de las estrellas«.
Y es que, con la actual sobreiluminación, hay quien no habría encontrado el portal de Belén; quien no hubiera podido decir, con su dedo luminoso señalado al cielo, aquello de «E.T. mi casa, teléfono»; y Nena Daconte nunca hubiera cantado aquello de «en qué estrella estará». Puede parecer una tontería, pero sin ver las estrellas todo sería distinto. Así, el texto respaldado por la Comisión Mixta para la Coordinación y Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible denuncia que «el 85% de la población mundial vive bajo cielos contaminados».
Las consecuencias son varias y todas ellas negativas. La proposición de ley, aprobada este martes por todos los partidos a excepción de Vox, avisa de que la contaminación lumínica afecta a la vida natural «alterando los hábitats, ecosistemas, especies y ciclos biológicos». También a la vida humana al tener un impacto directo en el ritmo circadiano «donde un desequilibrio de estos factores afecta de manera directa» a la salud. Además, sostienen que se debe «preservar la contemplación del firmamento como un derecho equiparable a otros derechos ambientales, sociales y culturales».
«Cuidar el cielo no es una tarea que podamos afrontar desde un único país, el cielo no tiene puertas y precisa de una acción global», se recoge en el texto impulsado por el PSOE. Por ello, se insta al Ejecutivo a «promover las medidas que mitiguen la contaminación lumínica para mejorar la calidad del cielo nocturno y el acceso a la luz de las estrellas, en colaboración con otras administraciones estatales, autonómicas y locales».