La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) advirtió al Gobierno el día 29 a las 19:32 horas de «la lentitud en la toma de decisiones dentro del Centro de Coordinación Operativo Integrado». Los integrantes del Cecopi llevaban casi hora y media debatiendo cómo articular la alerta masiva que ya tenían decidido enviar mediante el sistema EsAlert. Además de realizar «un balance de la situación», el presidente de la CHJ, Miguel Polo, en conversación con el secretario de Estado, Hugo Morán, «mostró su preocupación por la demora para su redacción y ejecución». Una tardanza que fue «más prolongada de lo previsto y deseado», según el relato de los hechos facilitado a Levante-EMV desde el organismo de cuenca.
La cronología que ofrece la CHJ concuerda con lo publicado por este periódico en su edición del martes. A las seis de la tarde ya estaba sobre la mesa la posibilidad de activar ese SMS de alerta. Fue a iniciativa del propio Polo, dicen, «debido a la situación de riesgo en la presa de Forata» y tras el primer receso del Cecopi. Se barajó inclusó la posibilidad de ‘confinar’ a la población de la provincia de Valencia. El SMS llegó, pero dos horas más tarde, a las 20:12 horas, en medio de una tensa reunión a la que el president Carlos Mazón llegó a las 19.30 horas.
Un cúmulo de indecisiones de tal gravedad que llevó a la vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera, en Bruselas, a tratar de contactar con Mazón hasta en cuatro ocasiones por vía teléfonica. «No estaban tomando las decisiones correctas», apuntaba hace unos días la propia ministra, en quien el PP está centrando ahora las críticas.
Ese retraso, las dudas sobre enviar o no y sobre el contenido del mensaje, se volvió a vivir dos días después, durante la reunión del Cecopi con el presidente Pedro Sánchez en l’Eliana, justo cuando se daba otro episodio de similar riesgo en Castellón. ¿A qué esperamos para enviar el mensaje?, dijo Sánchez, impacientado con la nueva demora, según diferentes testigos.
A la institución dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica se la señala desde el ejecutivo autonómico por tener una actitud pasiva, aunque desde la mañana su presidente estuvo en contacto con alcaldesas como la de Carlet, Laura Sáez, que veía crecer el río Magre.
También señala el Consell que la CHJ advirtió solo del riesgo de la presa de Forata, pero no del cauce del Poyo durante la tarde, pese a que desde las 12:20 horas de la mañana el 112 publicó esa alerta hidrológica previa de la CHJ por el aumento del caudal.
Desde la confederación se incide en que solo se ocupa de presas y ríos. Con todo, la confederación señala que, «cuando tuvo constancia de la crecida del barranco, lo comunicó al Centro de Coordinación de Emergencias; sin embargo, este no hizo nada con dicha información». Por otro lado, el organismo destaca que, antes de comenzar la reunión del Cecopi a las 17 horas, y con el Poyo en descenso, el sistema automático de información hidrológica envía dos alertas por intensidad de lluvia en Chiva a las autoridades de Protección Civil. La primera se envió a las 16.37 horas (36 mm en una hora) y la segunda a las 16.50 horas (54 mm en cuatro horas).
«El seguimiento de barrancos no se realiza desde la CHJ»
«El seguimiento de ramblas y barrancos no se realiza desde la CHJ», subraya el organismo de cuenca. Es su respuesta ante el argumento de la Generalitat, que apunta a la Confederación por falta de información sobre el barranco del Poyo. La entidad estatal insiste en que, según los propios planes especiales de inundación de la Generalitat, ese seguimiento compete al Centro de Coordinación de Emergencias, a partir de la información de los municipios, Bomberos, Guardia Civil, Policía de la Generalitat, agentes ambientales, llamadas del 112, comunidades de regantes y servicios del ciclo integral del agua.
«El papel de la CHJ en este caso es contrastar la información que están recibiendo, si es que se lo pide el Centro de Coordinación de Emergencias», remarcan. «Era el Centro de Emergencias quien, con toda la información que debía estar recibiendo, debía tomar las decisiones pertinentes y coordinar y avisar a los ayuntamientos de cuenca», añade.
Además, respecto a la crecida del Poyo, señalan que a esas horas de la tarde (cerca de las 19 horas) «la CHJ no tenía constancia ni de la inundación de Chiva ni de la de Paiporta porque no recibimos ese tipo de información». El organismo ofrece un dato de interés sobre Paiporta: «Esa inundación que se estaba produciendo no podía provocarla el agua que pasaba por el sensor de la CHJ [Riba-roja, 18.46horas] sino la que llegaba de los barrancos situados aguas abajo (Gallego, Cavalls y Horteta), en los que no existe ningún punto de control».