Carlos Mazón comparecerá el jueves en el Parlamento valenciano para dar explicaciones por su gestión de la DANA, que ha dejado más de 200 muertos en su comunidad, y para tratar de recobrar impulso político tras su polémica actuación el primer día. Mazón descarta dimitir por ahora, pero este lunes abrió la puerta a hacer cambios en su Ejecutivo autonómico con el objetivo de “adecuar toda la estructura de gobierno a la reconstrucción”. Según fuentes conocedoras de los contactos, Alberto Núñez Feijóo le ha hecho llegar a Mazón el mensaje de que sería bueno que incluyera en el nuevo Gobierno a Gerardo Camps, un veterano al que el político gallego recuperó hace dos años, cuando se hizo con la presidencia del PP.
En esta crisis se ha visto que la relación entre Feijóo y Mazón es mala, de manera que no es fácil encajar según qué recomendaciones, pero en el entorno del presidente valenciano se es consciente de que a ambos les interesa limar asperezas y tener un mínimo entendimiento: al barón autonómico, por el largo camino judicial que puede esperarle por las querellas, y al líder de los populares, por el lastre que un choque interno supone para las siglas del partido. De hecho, Feijóo empezó a rectificar el jueves pasado la estrategia de enfrentamiento contra Mazón después de que los barones se quejaran y se añadiera la idea de que el impacto político en el Ejecutivo de Sánchez por la gestión de la DANA no iba a ser fatal como se esperaban en un principio en Génova.
Gerardo Camps, licenciado en Derecho, es desde el año pasado senador autonómico por la Comunidad Valenciana y cuenta con un largo currículum político. Empezó como diputado en el Congreso (1993-2004 y 2011-2019), también secretario de Estado de la Seguridad Social (2000-2003) con José María Aznar, y ‘conseller’ de Economía, Hacienda y Empleo y vicepresidente segundo del Consell con los gobiernos de Francisco Camps (2003-2011).
En 2022, tras unos años fuera de la política, Feijóo lo recuperó para el organigrama interno del partido en el área de sostenibilidad social, con la entonces vicesecretaria Carmen Navarro. Tras las elecciones autonómicas de 2023, el PP valenciano le propuso, junto a otras dos personas más, como senador territorial y empezó esta nueva etapa en la Cámara alta, donde ha ido ganando visibilidad conforme han ido pasando los meses por su experiencia y por su buena relación con Javier Arenas, que es secretario general del grupo parlamentario. También es largo el vínculo de Camps con el actual vicesecretario de institucional del PP, Esteban González Pons, con quien coincidió en los ejecutivos de Francisco Camps a principios de siglo.
Conectado con la actual cúpula
En el Senado, Gerardo Camps es en estos momentos presidente de la comisión de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; portavoz de la comisión de Presupuestos y vocal en las de Hacienda, Justicia, Trabajo y la de las comunidades autónomas. Sus conocimientos, según altos cargos del PP nacional, encajan con las necesidades que puede tener en estos momentos el Ejecutivo valenciano, que tiene que gestionar una gran cantidad de herramientas públicas para ayudar a la población afectada y reactivar la economía.
En el entorno de Mazón consideran que la entrada de Camps en el nuevo Ejecutivo que se prevé que se conozca esta semana supondría tener a un enviado de Feijóo en el núcleo de poder en el que, tarde o temprano, deberá abrirse un proceso sucesorio. Pese a la manifestación multitudinaria del sábado, en el equipo del presidente de la Generalitat se sigue manteniendo que la velocidad de la política puede hacer olvidar la gestión de la DANA (y citan el Yak-42 de Federico Trillo y las residencias de Isabel Díaz Ayuso). Sin embargo, entre los altos cargos del PP en Madrid, se considera que Mazón es un lastre que tendrá que caer para no desgastar las siglas a nivel nacional.
Camarero y Catalá
En esa nueva etapa, la mejor colocada y más mazonista en estos momentos es Susana Camarero, su vicepresidenta y en la que está descansando buena parte de la gestión estas semanas para compensar el poder que han ido perdiendo Salomé Pradas (consejera de Justicia e Interior) y Nuria Montes (Industria y Turismo), las dos muy tocadas por sus decisiones ante la DANA. Pero el PP de la Comunitat Valenciana es un hervidero estos días y algunos miran a la alcaldesa de València, María José Catalá, con mucho poder en esa provincia, que es la que Mazón tradicionalmente menos ha controlado a nivel orgánico.