En muchas ocasiones, los platos más sencillos son los más deseados de nuestra gastronomía. Uno de ellos, básico a más no poder, hace siempre las delicias de todo tipo de comensales. Se trata del huevo frito, manjar que gusta a grandes y a pequeños y que se prepara en apenas unos minutos. Sin embargo, para hacerlo perfecto hay que saber hacerlo bien.

Toma nota de los siguientes consejos, que te ayudarán a cocinar el huevo frito perfecto de una manera sencilla, y adaptado además a tus gustos.

Cómo poner el fuego

Para un huevo frito estándar, el aceite (siempre aceite de oliva) tiene que estar sobre una sartén antiadherente y con el fuego suave. El hecho de que esté a baja temperatura es fundamental si quieres que quede sin puntilla. Si por el contrario, te gusta con puntilla, el aceite debe estar algo más caliente.

Huevos fritos. Shutterstock


Cómo romper el huevo

Lo ideal es romper el huevo sobre la encimera de la cocina, no directamente en la sartén. Posteriormente, se dejará caer en el aceite y, con la cáscara, se pueden limpiar los restos que se hayan caído.

Cómo mantener el huevo frito en el aceite

Mientras el huevo se hace lentamente a baja temperatura, en el momento en que empieza a cuajar, se puede mover levemente. Entonces será cuando se le pueda echar algo de aceite por encima, con el fin de que el huevo se vaya haciendo también por la parte de arriba y quede con una textura homogénea.

Huevos fritos. Shutterstock


Cuándo retirar el huevo del fuego

El huevo frito no deberá permanecer mucho tiempo en la sartén. Cuando observemos que empieza a adquirir la textura deseada, con o sin puntilla, y que está caliente también por su parte superior, será el momento de retirarlo y servirlo en un plato para poder degustarlo.

Consejos para detectar un huevo en mal estado

Antes de empezar a cocinar el huevo, hay una serie de consejos que se pueden poner en práctica para detectar si el huevo está en condiciones óptimas para su consumo:

  • Si al mover el huevo ligeramente antes de romperlo se puede escuchar la yema chocando contra la cáscara, el huevo no estará en buen estado.
  • Si al meter el huevo en un recipiente con agua se queda flotando, aunque no sea por completo, significará que su estado no es el ideal para su consumo.
  • Si al romper el huevo y echarlo sobre un plato, la yema queda difuminada en vez de compacta, esto querrá decir que su estado no es adecuado.
  • Como norma general, los huevos caducarán pasadas cuatro semanas desde su puesta, y no deberán en ningún caso consumirse pasadas seis semanas. En todo caso, la fecha de consumo preferente siempre vendrá impresa en su cáscara.
  • La mejor forma de conservar los huevos no es en el frigorífico, sino dentro de su propio cartón, y manteniéndolos en un lugar fresco y seco de la casa.

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