El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. / EP

En uno de los muchos programas de televisión dedicados a la Dana, toma la palabra un comentarista que lo mismo opina en los matinales y en los sabatinos que nos lo encontramos en X nada más abrir la aplicación en el móvil. No para en todo el día y salta de una a otra cadena para exponer un discurso tan bien construido que resulta convincente. Compatibiliza esta labor con un par de tuits a la hora, categóricos, aparentemente sólidos e irrefutables. O quizá no tanto. Ya no informa, toma partido; ya no expone los hechos, los adapta a su discurso y pontifica.

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