El presidente saliente de EEUU, Joe Biden, tiene apenas 70 días para dejar lo que se ha dado en llamar un legado «blindado a prueba de Donald Trump», que ya es el presidente electo y tomará posesión el 20 de enero. Enviar toda la ayuda que ha sido aprobada para Ucrania, dejar atadas políticas para proteger el medio ambiente y tratar de garantizar que no se reviertan tan facilmente políticas públicas con inversiones en infraestructuras son apenas tres patas de una mesa coja, ya que los republicanos refuerzan su control del poder legislativo (con la mayoría en el Senado y el probable mantenimiento de la de la Cámara de Representantes), y nunca perdieron el judicial. Y es que el legado de Biden dio un giro de 180 grados con estas elecciones: el que se presentó como el presidente que pondría fin a «la era oscura» de Trump ha pasado a ser el que le devplverá la Casa Blanca tras cuatro años de interludio. 

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