Prisión provisional, comunicada y sin fianza. Eso es lo que ha decretado el titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sagunt tras la comparecencia del vecino del Port de Sagunt arrestado este sábado como presunto autor de unas brutales agresiones a varios frailes en el monasterio del municipio valenciano de Gilet, que costaron ayer la vida a uno de ellos.
El detenido queda investigado en una causa abierta por dos delitos de homicidio/asesinato, uno de ellos consumado y el otro en grado de tentativa, tres delitos de lesiones y un delito de allanamiento, como han confirmado desde el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
El arrestado era conocido por la policía, tanto por sus antecedentes como por diversas adicciones y desequilibrios mentales. Ahora, tras lo ocurrido en Gilet,
Sobre él pesaba una orden de alejamiento de su expareja dictada en septiembre de 2023 por el Juzgado de lo Penal número 14 de València, además de tener antecedentes de violencia de género, lesiones, daños y tráfico de drogas.
Desde este verano, también había originado intervenciones de la Policía Local de muy distinto tipo: Por violencia de género, protagonizar peleas y sufrir alucinaciones, tirarse a las rocas de la playa o bañarse con bandera roja, lo que obligó a rescatarle a efectivos de las fuerzas de seguridad.
Imagen del detenido entrando en el juzgado. / Daniel Tortajada
El ataque al monasterio se produjo el sábado por la mañana cuando, como ha venido informando este diario, entró en el recinto religioso y se dirigió a la zona de las habitaciones. Allí, como ha explicado a Levante-EMV el máximo responsable del convento, Fernando Hueso, fue atacándoles de forma individual, abriendo los cuartos de uno en uno y de forma sigilosa, usando palos e incluso una botella.
Un fallecido y dos heridos, aun en el hospital
Esto dejó muy grave a uno de ellos, de 76 años, a raíz de un fuerte traumatismo craneoencefálico que le costó la vida este lunes en el hospital.
También continúan ingresados en el Hospital de Sagunt un monje de 95 años y otro de 66, tras haber sido dado de alta el máximo responsable del convento, de 57.
«Atentado»
Los hermanos de la Provincia Franciscana de la Inmaculada, a la que pertenece el monasterio de Gilet, han lamentado lo que consideran un «atentado» y han lamentado la muerte de uno de los frailes heridos, «a causa de las lesiones sufridas en la cabeza«. «La Provincia franciscana, sus familiares y allegados lloran esta pérdida irreparable», afirman mientras piden a los fieles que «les acompañen en oración por el alma de nuestro querido hermano fallecido y por la pronta recuperación de los frailes que siguen hospitalizados o consternados».
También «agradecen a la Guardia Civil su rápida intervención; a las autoridades locales y al personal sanitario sus atenciones en este delicado momento«, mientas siguen confiando «en el amor y la paz de Cristo». «Él nos dará el consuelo y la fortaleza para superar esta tragedia», concuyen.
