Algemesí se ha convertido en la zona 0 de la DANA en la comarca de la Ribera. El desbordamiento del río Magro el pasado 29 de octubre se llevó a su paso una gran cantidad de viviendas, vehículos y comercios que llevan casi dos semanas trabajando a contrarreloj para resurgir del barro.
Los vecinos y vecinas de la localidad intentan recuperar poco a poco la normalidad. Muchos locales han quedado completamente devastados tras el paso del agua. Es el caso de Casa Mercedes, una de las tiendas más antiguas del municipio. Esta alpargatería, que nació en 1915, tuvo que resurgir de la pantanada de Tous el pasado 1982 y ahora se enfrenta a otra inundación que ha arrasado todos sus productos.
«La alpargatería no es sólo una tienda conocida de Algemesí ni un simple comercio, sino que es nuestra casa», señala Ximo Matalí, hermano de Merce, la actual propietaria de la tienda y que forma parte de la tercera generación. «Nosotros nacimos aquí en los años 60», recuerda.
Casa Mercedes se fundó en 1915 ante la elevada demanda de alpargatas (calzado de lona con suela de esparto o cáñamo, que se asegura por simple ajuste o con cintas) que había en los distintos pueblos de la Ribera. Fue su bisabuelo, Vicent Part, un alpargatero de Benigànim, quien decidió crear esta tienda en Algemesí. «Tuvo una visión emprendedora, que no le fue nada mal», explica Matalí. Vicent, junto al resto de su familia, alquilaron una pequeña casa del centro de la localidad, que posteriormente adquirieron para poder crecer. El nombre era un pequeño homenaje a su mujer, aunque su hija y su nieta también se llaman Mercedes.
Aunque en un primer momento este local se dedicaba a fabricar exclusivamente alpargatas, durante los últimos años también creaban productos relacionados con las tareas agrícolas como capazos, sombreros de paja o cuerdas, entre otros utensilios. «Aquí hemos creado muchos utensilios e instrumentos agrícolas que han dejado de existir», explica Matalí.
Volver a reinventarse
Sin embargo, la llegada de nuevos productos sintéticos comportó que los propietarios tuvieran que reinventarse. «Mis padres tuvieron que ampliar la oferta a calzado cotidiano más allá del exclusivamente agrícola», señala este vecino de Algemesí, quien reconoce que «supuso un reto, ya que también apostamos por artículos de pesca».
Cuando el negocio parecía haberse adaptado a las exigencias del momento, llegó la pantanada de Tous el 1982, que supuso un «golpe duro, del cual nos costó rehacernos». En aquel momento, el agua alcanzó los 115 centímetros de altura -en esta ocasión, ha superado el metro y medio de altura-, por lo que, en sus palabras, «el edificio completo necesitó ser reconstruido».
Más de cuatro décadas después, el agua ha vuelto a azotar este negocio, como a muchas empresas y locales de la comarca y de toda la provincia de Valencia. En esta ocasión, en sus palabras, el río «se lo ha llevado todo y lo poco que ha dejado es inservible». «Somos una tienda modesta, pero muy querida por la gente del pueblo. Los vecinos y clientes nos piden que no cerremos porque somos de los pocos negocios que quedamos en el barrio y damos identidad», reiteran. Por ellos, y a pesar del golpe que ha supuesto esta DANA, «tras estos días de desconsuelo, ya estamos pensando cómo rehacernos de nuevo».