Vuelven los tiempos en los que el mundo mira, en vilo, a las redes sociales de Donald Trump para saber a qué atenerse. El próximo presidente de Estados Unidos anunció este domingo en un mensaje que no va a contar en su futura Administración con el ex secretario de Estado Mike Pompeo, que sonaba para encargarse de Defensa, ni con la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley. El descarte tiene una lectura importante para el resto del mundo. Ambos son dos halcones en política exterior, y consideran que Estados Unidos debe tener un rol dominante en la arena global, y usar en esa misión el poderío económico y militar del país. Al descartarlos, Trump manda una señal: el país no va a seguir siendo el “policía global”; que cada palo aguante su vela. 

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