Con la voluntad de aprovechar el ‘regalo’ del calendario que supone jugar cinco partidos seguidos en casa, más teniendo en cuenta los problemas que le castigan de momento a domicilio, salió el anfitrión dispuesto a dar continuidad al triunfo de dos días atrás contra el Dreamland Gran Canaria y a mantener su condición de invicto en la capital de España.
Y lo hizo sobreponiéndose a los malos augurios iniciales, con un choque parado al poco de arrancar por culpa de un marcador perezoso que tardó más de diez minutos en ponerse a funcionar y un Isaia Cordinier capaz de remontar él solo un parcial inicial de 5-0 un día después de que se dieran por zanjados los rumores sobre su posible llegada al Real Madrid.
Por encima de todo se levantó un Mario Hezonja inmenso, autor de 13 puntos en el primer cuarto gracias a un 3 de 4 en triples que sirvió para paliar el 4 de 5 que transformó el cuadro italiano en los diez minutos de salida. De ese tiroteo salieron con más vida los hombres de Chus Mateo (28-25, m.10).
Sin embargo, el Virtus se guardaba aún munición para el duelo al amanecer del segundo acto. En apenas dos minutos castigó con un parcial de 0-9 los pecados en la mala ejecución de tiros lejanos del rival. Un tiempo muerto sirvió para corregir el rumbo y, a la postre, el bando madridista devolvió la moneda para pasar del 41-44 al 50-44.
Solo cinco tiros libres de Cordinier, desaparecido hasta ese momento tras su prometedor puesta en escena, permitieron a los suyos irse de pie rumbo a los vestuarios. Y un triple de Shenghelia en la vuelta al parqué, apretar la contienda aún más (53-52, m.21).
Así, la ventaja local fue subiendo poco a poco y ya era de doce puntos recién superado el ecuador del tercer cuarto. Subido a la cresta de la ola, la surfeó bien el Real Madrid hasta la media hora, a la que llegó con la sensación de que el trabajo estaba ya encarrilado (80-67, m.30).
El cuarto decisivo comenzó con un intercambio de fuego cruzado entre Xavier Rathan-Mayes, este martes muy entonado, y el incombustible Marco Belinelli. Y a partir de ahí se fue apagando ante la superioridad del Real Madrid, que acarició los cien puntos y se permitió incluso dar minutos a los canteranos Declan Duru y Sidi Gueye.
Ficha técnica:
98 – Real Madrid (28+25+27+18): Campazzo (14), Abalde (8), Hezonja (20), Ndiaye (2), Tavares (14), -cinco inicial-, Llull (6), Ibaka (11), Hugo González (-), Deck (6), Rathan-Mayes (17), Duru (-) y Gueye (-).
86 – Virtus Segafredo Bolonia (25+24+18+19): Pajola (-), Cordinier (18), Clyburn (15), Shenghelia (20), Zizic (8), -cinco inicial-, Belinelli (10), Hackett (-), Graziulis (-), Morgan (3), Polonara (-), Diouf (10) y Tucker (2).
Árbitros: Piotr Pastusiak (Polonia), Luka Kardum (Croacia) y Mario Majkic (Eslovenia). Sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 9 de la Euroiga disputado en el WiZink Center ante 7.549 espectadores.