Las infraestructuras para evitar inundaciones en Lorca –o más bien la falta de ellas– siguen generando inquietud en el municipio. Tanto es así que este martes el alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, informaba del contenido de una carta remitida a Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con el fin de exigir la puesta en marcha de las mismas, así como la limpieza de los cauces que discurren por el territorio lorquino.
Así, siguiendo la estela del presidente regional, Fernando López Miras, que hacía reclamaciones casi idénticas a la Confederación Hidrográfica del Segura (dependiente del Miteco) tras una reunión con la Junta Rectora del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, el regidor lorquino insistía en la necesidad de construir las presas de laminación de Nogalte, Béjar y Torrecilla, así como el canal de encauzamiento de la rambla de Biznaga.
«Creo que es hora de que alguien asuma la responsabilidad y tome medidas, ya que se están poniendo en grave peligro partes importantes del municipio y también a muchas familias lorquinas», destacaba Gil Jódar, que hacía suyas las preocupaciones de los vecinos de varias pedanías con respecto al posible efecto negativo de las obras del AVE en caso de avenidas. «Es una infraestructura esencial, pero nos preocupa muchísimo su capacidad de dejar pasar el agua en episodios de fuertes lluvias. De hecho, durante la última alerta por la DANA en el que nuestro municipio se encontraba en alerta naranja, las empresas que están realizando estas obras tuvieron que limpiar deprisa alguna rambla para evitar problemas. Esto no puede seguir así», abundaba.
«La seguridad de los lorquinos no puede seguir viéndose comprometida por la falta de medidas preventivas. Es urgente que se ejecuten las obras de protección que desde Lorca llevamos años reclamando», señalaba el primer edil, para terminar deseando que la respuesta por parte del ente estatal no se demorara, y poniéndose a disposición del mismo para trabajar conjuntamente para asegurar que las obras necesarias se ejecuten «con la celeridad que demanda la situación actual».