No se me ocurre mejor ocasión que la entrega del Premio Empresa del Año 2024 para traer a colación y reflexionar sobre las fortalezas de nuestra comunidad, Aragón, y de su tejido empresarial, así como poder hablar del papel de apoyo y socio estratégico en este camino que desempeña el Banco Sabadell. Es, sin duda, un socio financiero de referencia para las empresas de la región.
Aragón ha demostrado, a lo largo de los años, ser una comunidad con una base económica sólida, diversificada y con un futuro prometedor. En este contexto, reconocer y premiar el esfuerzo empresarial es clave para seguir avanzando y consolidando la competitividad de nuestra región en un mundo cada vez más globalizado.
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Una de las principales fortalezas de la economía de Aragón radica en su ubicación geográfica estratégica. Situada en el corazón de la península ibérica, la comunidad aragonesa se ha consolidado como un importante nodo logístico tanto para el mercado nacional como para el europeo. Las infraestructuras de transporte, por ejemplo, han permitido a Aragón posicionarse como un epicentro de la distribución y el comercio. Esta fortaleza logística no solo ha atraído inversiones extranjeras, sino que también ha potenciado el crecimiento de empresas locales que ahora compiten en mercados internacionales.
El sector industrial es otro de los pilares de la economía aragonesa, con empresas líderes en áreas como la automoción, la agroindustria, las energías renovables o el sector químico. Sectores que demuestran la robustez industrial de la región, generando empleo y crecimiento, no solo de forma directa, sino también a través de una extensa red de proveedores y empresas auxiliares.
En los últimos años, Aragón ha apostado decididamente por la innovación y la sostenibilidad como motores de su desarrollo económico. La energía renovable, especialmente la eólica y la solar, ha encontrado en esta región un entorno favorable, con un fuerte impulso por parte del Gobierno autonómico y del sector privado. El creciente peso de las energías limpias no solo contribuye a la sostenibilidad medioambiental, sino que también genera oportunidades de negocio y empleo de calidad.
El turismo, especialmente el rural, también ha experimentado un importante auge, aprovechando el rico patrimonio natural, histórico y cultural de la región. Desde los Pirineos hasta la depresión del Ebro, Aragón ofrece una variedad de paisajes y experiencias que atraen tanto a turistas nacionales como internacionales. Este crecimiento turístico ha dinamizado la economía local, favoreciendo la creación de pequeñas y medianas empresas en sectores como la hostelería, el turismo activo y los servicios.
Las empresas aragonesas, desde grandes corporaciones hasta pequeñas y medianas empresas (pymes), son el verdadero motor de la economía de la región. Las pymes, en particular, representan el 99% del tejido empresarial en Aragón y son fundamentales para el empleo y el crecimiento económico. Estas empresas destacan por su capacidad de adaptación, innovación y resiliencia en un entorno global cada vez más competitivo.
Un aspecto clave del éxito empresarial en Aragón es su carácter exportador. Las empresas de la región han sabido aprovechar las oportunidades de la internacionalización, diversificando sus mercados y productos. Sectores como la agroalimentación, con productos de calidad reconocida como el jamón de Teruel o el aceite de oliva del Bajo Aragón, han encontrado en los mercados internacionales un espacio para crecer y consolidarse.
La transición generacional es otro reto que muchas empresas aragonesas están afrontando con éxito. En un contexto donde la continuidad de las empresas familiares es vital para mantener la estabilidad económica, la región ha visto cómo las nuevas generaciones están tomando el relevo en la gestión, apostando por la innovación, la digitalización y la sostenibilidad como claves de futuro.
En este ecosistema de crecimiento e innovación, el Banco Sabadell ha jugado y juega un papel crucial como socio financiero de las empresas aragonesas. La entidad tiene una larga trayectoria en la región, apoyando tanto a grandes empresas como a pymes en sus proyectos de expansión, inversión y transformación. Para el Banco Sabadell, las empresas aragonesas son un segmento estratégico al que ofrece no solo financiación, sino también asesoramiento especializado y productos adaptados a sus necesidades.
Uno de los principales valores añadidos del Banco Sabadell es su compromiso con el desarrollo local. La entidad ha apostado por estar cerca de sus clientes, con una red de oficinas y equipos especializados que comprenden las particularidades del tejido empresarial aragonés. Esta proximidad le ha permitido desarrollar soluciones financieras personalizadas, especialmente en áreas clave como la financiación de proyectos industriales, la expansión internacional y la transición hacia modelos de negocio más sostenibles.
El Banco Sabadell también ha sido un actor clave en el impulso de la innovación y la digitalización en las empresas aragonesas. A través de líneas de financiación específicas para la innovación, así como programas de asesoramiento en transformación digital, la entidad ha facilitado que las empresas de la región puedan mejorar su competitividad y adaptarse a los nuevos desafíos del mercado.
Además, el banco ha demostrado un firme compromiso con la sostenibilidad, ofreciendo productos financieros que apoyan la transición ecológica de las empresas aragonesas. Desde la financiación de proyectos de energía renovable hasta líneas de crédito verdes, el Banco Sabadell ha trabajado codo con codo con las empresas de la región para que estas puedan afrontar los retos del futuro de manera sostenible y rentable.
En definitiva, Aragón es una comunidad con una economía sólida y diversificada, impulsada por su ubicación estratégica, su pujante sector industrial, su capacidad de innovación y el dinamismo de sus empresas. En este contexto, el Banco Sabadell ha sido y sigue siendo un socio indispensable para las empresas aragonesas, apoyándolas en su crecimiento, internacionalización y adaptación a los desafíos del futuro.
El Premio Empresa del Año 2024 es una oportunidad para reconocer el esfuerzo, la resiliencia y la innovación de las empresas que contribuyen al desarrollo de esta región, y el Banco Sabadell continuará siendo su aliado para asegurar su éxito en los años venideros.
¡Muchas felicidades a todos!