Lockheed Martin, a través de su división secreta Skunk Works, ha lanzado un nuevo concepto teórico para el Sistema de Reabastecimiento Aéreo de Próxima Generación (NGAS) de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Este avión cisterna estará diseñado para operar en conjunto con el caza Next Generation Air Dominance (NGAD), facilitando el reabastecimiento más cerca de las líneas del frente.
Este innovador concepto fue presentado por primera vez en el reciente simposio de la Asociación de Transporte Aéreo y Buques Tanque (ATA). Posteriormente, otras versiones del diseño fueron publicadas por The War Zone y Aviation Week, proporcionando más detalles visuales sobre la propuesta.
El programa NGAS, también conocido como KC-Z, está pensado para reemplazar o complementar a los petroleros KC-46 y KC-135 en la década de 2030. Una de las características destacadas es que podría incluir un petrolero autónomo, capaz de operar en zonas disputadas o áreas de alto riesgo donde los actuales petroleros no pueden garantizar una operación segura.
El diseño propuesto por Skunk Works presenta una estructura aerodinámica con alas en flecha y estabilizadores verticales exteriores inclinados. Además, incorpora paneles con forma de dientes de sierra y una línea de pantorrilla, un rasgo común en los diseños de aeronaves de bajo perfil observable.
En la parte posterior de la aeronave se destaca una discreta tobera plana, lo que sugiere la posibilidad de uno o dos motores. Las entradas de aire, posiblemente ocultas bajo las alas, estarían situadas en los laterales del fuselaje para maximizar la discreción del vehículo.
Otra característica llamativa son los dos sponsons ubicados cerca de las puntas de las alas, los cuales sostendrían los mástiles utilizados para el reabastecimiento en vuelo. Aunque no se especifica cómo se guardarán estos mástiles, su diseño sugiere que podrían replegarse de forma similar a los de los aviones cisterna actuales.
En cuanto a la cabina, el diseño destaca por la ausencia de esta, lo que indica que se trataría de una aeronave no tripulada. Sin embargo, según los informes actuales, este concepto sería opcionalmente tripulado, aunque las representaciones gráficas de una variante con cabina no han sido divulgadas.
Nueva propuesta para el avión cisterna furtivo NGAS
A principios de este año, Skunk Works presentó otro concepto para un avión cisterna furtivo, que podría estar destinado al programa NGAS. Este diseño, que se basa en un ala lambda de gran tamaño con colas gemelas inclinadas, es más compacto que el nuevo concepto recientemente revelado. Sin embargo, aún no se sabe si esta nueva versión es una continuación del diseño anterior.
Un portavoz de Skunk Works explicó en una declaración a The War Zone: “Nuestro equipo sigue investigando diversas configuraciones que proporcionen efectividad en las misiones, con un avión cisterna de próxima generación conectado, asequible, autónomo y con capacidad de supervivencia. Estamos comprometidos a proporcionar a la Fuerza Aérea de EE. UU. el alcance y la resistencia necesarios para cumplir con el futuro del NGAS a medida que se definen los requisitos”.
El año pasado, la Fuerza Aérea de los EE. UU. solicitó información a la industria sobre un nuevo avión cisterna capaz de operar en espacio aéreo disputado, destacando su interés en soluciones innovadoras de distintas tamaños y capacidades que puedan satisfacer los exigentes requisitos de la misión. Como resultado, el servicio inició un análisis de alternativas.
El NGAS será la tercera fase del plan de recapitalización de los aviones cisterna de la Fuerza Aérea, luego del incremento 1 (representado por el programa KC-46) y el incremento 2 (denominado KC-Y o “avión cisterna puente”). El nuevo avión cisterna tiene como objetivo operar más cerca de las líneas del frente, brindando apoyo directo a los cazas, mientras que los modelos más tradicionales se emplearán a una distancia más segura.
El general Mike Minihan, comandante del Comando de Movilidad Aérea, comentó a principios de este año: “No se trata de un avión, sino de un sistema, lo que significa que no es una solución única para todos los escenarios. No planeo desarrollar una flota que tenga que enfrentar todos los entornos de amenaza”.
El general también mencionó que anticipa tres roles diferentes para los aviones cisterna dentro del NGAS. En primer lugar, las misiones de reabastecimiento en vuelo se llevarán a cabo en entornos permisivos con aviones cisterna comerciales como el KC-46, mientras que un segundo avión cisterna operaría en zonas de mayor riesgo, gracias a sus mejoras en capacidad de supervivencia y conectividad.
Por último, el avión más avanzado, posiblemente el KC-Z, operaría junto a los aviones de combate en zonas de alto riesgo. Este modelo necesitará ser compacto y con capacidad para sobrevivir en condiciones extremas. Para ello, debe contar con sistemas de autoprotección y redes avanzadas que le permitan enfrentarse a las amenazas de los adversarios, mientras cumple su misión de reabastecimiento en vuelo.
Los nuevos aviones cisterna podrían ofrecer más capacidades
Además de cumplir con la misión de reabastecimiento de combustible, los nuevos aviones cisterna podrían desempeñar otras funciones esenciales, afirmó el general Minihan. Entre las capacidades que se podrían integrar en el avión, mencionó la arquitectura abierta, la autonomía y la gestión de batallas, lo que indicaría un avance significativo en las operaciones aéreas. Algunas de estas funciones podrían incluso llegar a los aviones KC-46 antes de que el NGAS entre en servicio.
El futuro de estos aviones cisterna, sin embargo, aún no está completamente definido. En 2023, la Fuerza Aérea anunció que planeaba comprar únicamente 75 aviones cisterna como parte del próximo programa “Bridge Tanker”, a la vez que buscaba acelerar la incorporación del NGAS.
La financiación será un factor crucial en la evolución de estos proyectos, especialmente considerando que la Fuerza Aérea ya está involucrada en programas costosos como el B-21 Raider y el NGAD. El general Minihan advirtió que los nuevos aviones cisterna deben desplegarse “sin comprometer la estabilidad financiera de la Fuerza Aérea”.
Con la revisión del NGAD cerca de su finalización y el NGAS preparándose para un análisis de alternativas, se prevé que todos estos proyectos puedan volverse inasequibles a menos que se realicen cambios significativos en el enfoque, según Aviation Week.
Actualmente, las principales prioridades de la Fuerza Aérea incluyen la modernización nuclear, el fortalecimiento de la Fuerza Espacial, las defensas de las bases y el desarrollo de capacidades para atacar las cadenas de eliminación de largo alcance del adversario.
El secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, expresó su preocupación al respecto: “La variable que más me preocupa a medida que avanzamos en este análisis será la disponibilidad de recursos adecuados para implementar cualquiera de estos nuevos diseños”. Kendall agregó que, dadas las actuales prioridades estratégicas y los compromisos en curso, le resulta difícil imaginar cómo se podrían financiar estos programas sin un ajuste significativo en los recursos disponibles.
Desafíos para financiar el NGAS
En medio de un aumento de costes, la Fuerza Aérea de los EE. UU. está tratando de priorizar la asignación de recursos para el próximo ejercicio fiscal. Aunque el NGAS podría considerarse menos urgente debido a que el KC-46 aún está en servicio, es importante destacar que las amenazas están evolucionando rápidamente. Los activos de alto valor, como los aviones cisterna, siempre se encuentran en riesgo, y la Fuerza Aérea no está minimizando esta realidad.
Frank Kendall, secretario de la Fuerza Aérea, explicó en el simposio de la ATA: “Básicamente, la amenaza de China ha introducido nuevos sistemas antiaéreos capaces de poner en peligro nuestras aeronaves, especialmente los aviones cisterna, a distancias mucho mayores, más allá de las que normalmente usamos para reabastecer a los aviones de combate”. Esta nueva amenaza ha cuestionado toda la estrategia de adquisición de aviones cisterna, un proceso que aún está en revisión, aunque la Fuerza Aérea está trabajando para resolver la incertidumbre lo más rápido posible.
El tiempo es un factor crítico, según advirtió Kendall: “Desafortunadamente, cualquier nuevo diseño de avión cisterna no podrá ser implementado en los próximos años, incluso si resulta asequible”. Este comentario pone en duda si el NGAS podrá cumplir con el cronograma para poner en servicio el nuevo avión cisterna en la década de 2030, ya que los plazos de desarrollo y las necesidades de financiación continúan siendo una incógnita.