Javi Rozada se presentó en la sala de prensa del Suárez Puerta tras la derrota con una mezcla de amargura y resignación, incrementadas por los constantes problemas físicos que viene padeciendo la plantilla. «Está siendo la temporada más difícil de mi vida, nunca he tenido tantas lesiones ni me han pasado tantas cosas», confesó el técnico del Avilés, dolido por la mala racha que atraviesa el equipo: dos puntos de los últimos doce en juego y fin a la imbatibilidad de su portería en el Román Suárez Puerta. «Es duro, condiciona mucho a un equipo que quiere estar arriba», confesó Rozada.
En cuanto al partido en sí, el entrenador local opina que se vio «un buen primer tiempo, cada equipo con sus armas. Salimos bien, con personalidad con el balón, aunque nos costó atraerlos y ellos amenazaban, sacaron mucho córner. Creo que fue igualado».
En cuanto a la segunda mitad, el técnico blanquiazul reconoció que su equiop había salido «relativamente bien», pero después «empezamos a tener contratiempos y nos fuimos poniendo nerviosos. Nos metieron el primero y a partir de ahí fue un desastre». Como lección para el futuro, Rozada la tiene clara: «Ser listos y respetar el plan de partido, lo sabíamos y nos costó ejecutarlo».
El entrenador del Avilés explicó también la suplencia de Santamaría, a pesar de la sanción de Javi Cueto. «Viene de siete semanas parado, es mucho tiempo. El otro día jugó media hora buena, pero sacarlo de mano significa que tiene que jugar 60 o 70 minutos mínimo, y eso es mucho riesgo».