1. El Castillo de los Duques de Frías
  2. La Iglesia de San Vicente Mártir
  3. El puente medieval de Frías
  4. Un tesoro en lo alto de Burgos

Frías, una de las joyas más preservadas de la provincia de Burgos y considerada la ciudad más pequeña de España, cautiva a quienes la visitan por su arquitectura medieval, su castillo majestuoso y sus calles adornadas de historia. Esta diminuta localidad, ubicada en el cerro de La Muela, en la región de Las Merindades, ha logrado mantener su identidad y esencia medieval, transformándose en un lugar turístico único en Castilla y León.

El Castillo de los Duques de Frías

Uno de los rasgos más representativos de Frías es su imponente castillo, también llamado el Castillo de los Duques de Frías o Castillo de Velasco. Este castillo del siglo XII, edificado en la cumbre del cerro de La Muela, fue una fortaleza estratégica en su tiempo debido a su posición elevada y su destacado panorama. Su papel de baluarte defensivo era crucial, pues supervisaba el territorio y resguardaba a los residentes de la villa de potenciales agresiones. Con el paso de los siglos, esta majestuosa estructura se expandió y fortaleció, transformándose en un muro casi imperceptible.

La fortaleza no solo cautivaba por su durabilidad, sino también por su estructura. La defensa del castillo también circundaba la villa, y una segunda defensa más baja resguardaba las viviendas edificadas directamente sobre la roca. Actualmente, estos vestigios aún existen y se pueden identificar en sus tres entradas principales: la Puerta de Medina, la Puerta del Postigo y la Puerta de La Cadena. Estas entradas mantienen el encanto de su tiempo y brindan al turista la oportunidad de adentrarse en el pasado medieval de Frías.

La Iglesia de San Vicente Mártir

En las proximidades del castillo, al filo del cerro de rocas, se halla otro hito de gran valor: la iglesia de San Vicente Mártir. Este templo, edificado en un estilo gótico, mantiene un gran encanto tanto por su localización como por las preciadas joyas que alberga dentro. En el interior de la iglesia, los turistas tienen la oportunidad de contemplar varias capillas de estilo gótico y renacentista, una combinación artística que refleja la transformación histórica y cultural de la zona.

Dentro de los retablos que embellecen el interior de la iglesia, se resalta particularmente uno: el retablo del pintor renacentista Juan de Borgoña, diseñado en el siglo XVI. Este retablo representa una destacada representación de la tendencia española de pintura renacentista y aporta un matiz artístico que realza el encanto arquitectónico de la iglesia. La existencia de esta obra artística convierte a la iglesia de San Vicente Mártir en un sitio indispensable para los aficionados al arte y la historia.

El puente medieval de Frías

 

En la parte inferior de Frías, el puente medieval fortificado es otro de los lugares de interés más sobresalientes. Este puente, edificado sobre el río Ebro, tiene una longitud de 139 metros y posee nueve arcos que lo soportan. Un rasgo distintivo de este puente es la torre defensiva que se levanta en su corazón, una edificación que no solo le proporciona un aspecto atractivo, sino que también rememora su papel de estructura defensiva.

Inicialmente, el puente fortalecido desempeñaba un papel vital al vincular a Frías con las zonas adyacentes y garantizar el tránsito seguro por el río. Su edificación es de piedra, y su robustez ha logrado que se conserve en pie durante siglos, venciendo las adversidades del tiempo y las variaciones en la trayectoria del río Ebro. Al caminar por él, el turista puede visualizar el movimiento de comerciantes y viajeros que transitaron por este puente en tiempos pasados, observando la vida diaria de la villa medieval.

Un tesoro en lo alto de Burgos

Frías, con su arquitectura hecha de toba y madera que maximiza el espacio limitado que ocupa, ha logrado ajustarse al tiempo sin sacrificar su esencia medieval. Su forma, con el castillo elevado y las viviendas enlazadas sobre la piedra, genera una postal inigualable, en particular al amanecer, cuando la ciudad se asemeja a un sueño enraizado en el tiempo.

La preservación de su herencia arquitectónica, su arquitectura medieval y sus encantadores rincones convierten a Frías en un lugar imprescindible para los visitantes de Burgos que buscan explorar un sitio repleto de historia, belleza y autenticidad. Debido a su entorno y su herencia, Frías ha conseguido establecerse como uno de los lugares de interés turístico más fascinantes de Castilla y León, representando una ventana al pasado y una joya arquitectónica que brilla en el presente.
 

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