El Mediterráneo ya destaca como uno de los puntos rojos del calentamiento global. Los registros confirman que en esta región del planeta los termómetros están aumentando hasta un 20% más respecto a la media global y que, año tras año, se están batiendo continuos récords de temperatura. Y este aumento del calor superficial de las aguas, según constatan los expertos, está alterando el régimen de precipitaciones en la zona y esto, a su vez, favorece desde la aparición de sequías extremas como la que ha sufrido en los últimos años Cataluña hasta, por ejemplo, la llegada de lluvias torrenciales como las que han provocado una catástrofe en la Comunitat Valenciana.

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