Ucrania se acerca a los 1.000 días de resistencia total contra la invasión rusa a gran escala. La capital Kiev, aguanta, y el Gobierno de Volodímir Zelenski conserva el control del 80% de su territorio frente a los embates de uno de los ejércitos más grandes del mundo. Pero, ¿durante cuánto tiempo más? La línea del frente no se mueve. Cuando lo hace, es para que el Ejército de Vladímir Putin avance en el este. La comunidad internacional, sobre todo Estados Unidos y Europa, acudió al auxilio del país, y sigue enviando armas y dinero. En ese esquema de apoyo han sido claves los embajadores ucranianos, que han gestionado con los ministerios de Defensa y Exteriores de cada país listas de materiales militares y civiles necesarios, y los envíos hasta suelo ucraniano. Uno de ellos ha sido Serhii Pohoréltsev (Kiev, 1964), desde hace cuatro años el embajador de Ucrania en España. Atiende a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en la Embajada del país en Madrid, protegida como siempre por la policía ya que ha sido objetivo de incidentes prorrusos.

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