Repsol ha sido el peor valor del Ibex este viernes (-2,75%) presionado por la caída del precio del petróleo en medio de las preocupaciones por la debilidad de China y la vuelta de Donald Trump a la presidencia de EEUU. Así, el barril Brent, de refencia en Europa, se ha dejado un 2,16%, hasta los 74,01 dólares, mientras que el barril West Texas ha bajado un 2,58% (70,49 dólares).
«La nueva caída de los precios del petróleo se produce en un momento en que se desvanecen las esperanzas sobre la posibilidad de proporcionar más paquetes de apoyo a la economía china, lo que refuerza las preocupaciones sobre el futuro de la demanda de crudo de sus mayores importadores. Las caídas también se producen en medio de preocupaciones sobre los efectos de las políticas de Trump que podrían debilitar la economía china y profundizar esas preocupaciones», valora Samer Hasn, analista de mercado sénior de XS.com.
En este sentido, el Comité Permanente del Consejo Legislativo chino al cierre de la reunión de la Asamblea Nacional, que ha durado una semana, ha dado a conocer nuevas medidas de estímulo fiscal, entre las que encuentra un paquete de 1,4 billones de dólares para apoyar una economía en desaceleración y mitigar el posible impacto negativo de las políticas de Trump.
Las medidas están relacionadas con un aumento del techo de deuda de los gobiernos locales a 35,5 billones de yuanes, lo que les permitirá intercambiar 6 billones de yuanes de ‘deuda oculta’. También habrá otros 4 billones de yuanes en bonos especiales a 5 años disponibles para los gobiernos locales.
«Sin embargo, la decepción viene dada por la falta de divulgación de medidas financieras para apoyar directamente a la economía, y las medidas de canje de deuda solo adelantarán las fechas de vencimiento de las deudas», añade Hasn.
«El problema con las medidas de estímulo de China es que no son estímulos, sino que son esencialmente un canje de deuda para apuntalar las finanzas de los gobiernos locales. La reacción del mercado muestra que los operadores no ven estas medidas como un estímulo al consumo, sino que están diseñadas para detener una crisis financiera interna en China«, indica Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB.
A ello se suman las dudas sobre la recuperación económica de China, especiamente tras la victoria electoral de Trump. «Ha dado señales de estar dispuesto a reintroducir políticas proteccionistas, potencialmente imponiendo aranceles de hasta el 60% a las importaciones chinas. Esas medidas probablemente dañarían al sector exportador de China –un motor crítico de su recuperación del crecimiento– y aumentarían las preocupaciones sobre la futura demanda de crudo, lo que explica las pronunciadas pérdidas actuales», comentan desde XS.com.
Asimismo, las importaciones de crudo en China, el mayor importador de petróleo del mundo, han caído un 9% en octubre, el sexto mes consecutivo que muestra una disminución interanual.
«El debilitamiento de las importaciones de petróleo en China se debe a una menor demanda de petróleo como resultado del lento desarrollo económico y el rápido avance de la movilidad eléctrica», explica Carsten Fritsch, analista de Commerzbank.
«Esto no es lo único que puede temer el mercado petrolero, ya que la intención de Trump de apoyar la producción y extracción de combustibles fósiles y aliviar las restricciones regulatorias ejercerá presión a la baja sobre los precios del crudo con el aumento de la oferta», detalla Hasn.
Del mismo modo, el estratega cree que la incertidumbre puede «nublar» el mercado petrolero respecto a la trayectoria de los tipos de interés en Estados Unidos, ya que las políticas proteccionistas de Trump pueden alimentar la inflación, lo que puede alentar a la Reserva Federal (Fed) a desacelerar el ritmo de los recortes.
En cuanto al aspecto geopolítico, el experto no encuentra ninguna certeza sobre los posibles pasos que Trump pueda dar en Oriente Medio. «La escalada del conflicto entre Irán e Israel puede provocar la interrupción del suministro de petróleo de la región, lo que puede provocar un nuevo aumento de la inflación, que es lo que Trump puede no desear. Esto se debe a que la reducción de los precios de los combustibles es una parte importante del plan de Trump para reducir la inflación».
«Por otra parte, la intención de Trump, al menos la declarada, de desescalar la situación en la región puede chocar con los deseos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y de la coalición de extrema derecha que lo respalda, que piden ampliar la guerra y cuentan con que la administración republicana les dé vía libre en la región. Si bien estos intereses contrapuestos pueden mantener alta la incertidumbre en los mercados«, concluye Hasn.