El canciller Olaf Scholz está dispuesto a negociar con la oposición conservadora un adelanto en su plan de someterse a un voto de confianza en enero y facilitar la celebración de elecciones anticipadas a finales de marzo. El calendario podría «flexibilizarse», siempre que la oposición esté dispuesta a respaldar la aprobación de leyes pendientes, anunció Scholz este viernes, dos días después del hundimiento de su coalición.
El líder de la oposición conservadora, Friedrich Merz, ha apremiado al canciller a que el voto de confianza tenga lugar de forma «inmediata» o más tardar «a principios de la próxima semana», para posibilitar que las elecciones tengan lugar en enero.
Los plazos marcados por la Constitución establecen un máximo de 21 días tras el voto parlamentario para la disolución de la Cámara baja (Bundestag), algo que debe producirse a petición del canciller al presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, y si este accede a su solicitud. En caso de respuesta positiva, las elecciones deben celebrarse dentro de los 60 días siguientes.
El plan de Scholz es someterse a ese voto, con la intención deliberada de perderlo. A partir de ahí, quedaría en funciones hasta la formación del siguiente Ejecutivo.
Scholz se propone lograr la aprobación de los presupuestos de 2025 el próximo noviembre. Los disensos en torno al proyecto presupuestario precipitaron la ruptura de la coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales. El canciller destituyó al ministro de Finanzas y líder liberal, Christian Lindner, tras negarse a levantar el freno a la deuda. Scholz, como sus socios Verdes, lo consideran imprescindible para rescatar a la economía alemana de la recesión y garantizar la financiación de la ayuda prevista para Ucrania. Scholz pretende seguir adelante con un Gobierno en minoría junto a los Verdes. Precisa, sin embargo, del apoyo opositor para la aprobación de los presupuestos.
Intento de ganar tiempo
«Debemos discutirlo sin nerviosismos (…) Sería bueno que se logre un acuerdo sobre qué leyes pueden aprobarse aún este año», afirmó Scholz, al cierre de la cumbre de la UE en Budapest.
El plan de Scholz de ir a elecciones anticipadas en marzo se interpreta como un intento para ganar tiempo y tratar de remontar. La oposición conservadora ocupa el primer puesto en intención de voto y designó ya a Merz como candidato a la cancillería hace unas semanas. Le sigue la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), cuya candidatura se espera recaiga en su presidenta, Alice Weidel. El Partido Socialdemócrata (SPD) no ha designado aún a su candidato. Se da por hecho que lo será Scholz, aunque también se ha barajado que ceda el puesto a su carismático ministro de Defensa, Boris Pistorius.
Por parte de los Verdes, el ministro de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck, comunicó su disposición a asumir la candidatura este viernes, en un vídeo donde aparece en la cocina de su casa y se dirige directamente al ciudadano.
A la espera de que se concrete la agenda para las elecciones anticipadas, la jefa de la Comisión Electoral, Ruth Brandt, advirtió en contra una convocatoria precipitada para enero o incluso en febrero. El receso navideño impediría a los partidos pequeños o de reciente creación elaborar sus listas nacionales, según la carta enviada por Ruth a Scholz, revelada por el semanario ‘Der Spiegel’.