Munio para los pies a Lucía cuando va a entregar la misiva al cochero. “Me han llegado rumores de lo más inquietantes, ¿dónde está?”, la pregunta su hermano a la vez que le quita la carta.
Lucía le echa en cara a su hermano todo lo que ha ocurrido últimamente en el beguinato, incluida la visita de la Santa Inquisición.
“Me atribuís demasiados logros”, le asegura Munio a su hermana. El mayor de los Avellaneda afirma que “esas furcias os han chupado el sentido”.
Munio amenaza a su hermana con su vuelta a casa y la advierte sobre la Santa Inquisición: “los mejores finales siempre son inesperados”.