Salvador Illa fue investido president gracias a un pacto con ERC en el que, además del «concierto catalán» en materia de financiación, se comprometía a mantener las políticas de los republicanos en materia lingüística. Un compromiso que va desde la creación de la Consejería de Política Lingüística a la prevalencia del catalán en la educación. También en todas las actuaciones del Govern y la administración catalana.

Pero Salvador Illa es también el primer candidato socialista que ha utilizado sistemáticamente el castellano no solo en los mítines de partido, sino también en intervenciones en el Parlament y otros actos institucionales. Una estrategia que favoreció la recuperación para el PSC de una parte importante de los votantes fugados en su momento a Cs, pero que ahora tensiona los compromisos de Illa con Esquerra. Y que Junts no duda en utilizar para desgastar tanto la imagen de Illa como su pacto con los republicanos.

En Junts están convencidos de que el uso del catalán -y el castellano- puede ser la piedra en el zapato del nuevo president, y el argumento cohesionador de un independentismo en guerra civil. Esta semana lo han dejado claro en el Parlament. Primero lo hizo la diputada de Junts Carme Renedo, quien afeó a Illa que utilizara el español para expresar su pesar y solidaridad con las víctimas de la DANA. «Donde el Govern ve buena educación, nosotros vemos abdicación, renuncia y provincianismo», denunció Renedo, tras acusar al presidente catalán de «negligir» en la defensa del catalán.

Moción derrotada junto al PP y Vox

Tras la invectiva verbal, Junts llevaba a votación del pleno una moción en la que, en el marco de la defensa de la lengua de signos en catalán exigía a todos los miembros del Govern a hablar siempre en catalán o aranés «en todas sus intervenciones dentro de los Països Catalans«. En su exposición de motivos, la moción denunciaba además «la anomalía que supone que representantes del Govern no utilicen las lenguas propias de Cataluña cuando se expresan en su actividad institucional».

La propuesta de Junts fue rechazada con los votos de PSC, PP y Vox, mientras los socios de investidura de Illa, ERC y Comunes, se alineaban con Junts, la CUP y Aliança Catalana. En defensa de ese rechazo, la diputada socialista Imma Ferret aceptó que los «representantes públicos» de catalanes usen el catalán y el aranés y que tengan un «papel ejemplar» en este ámbito, teniendo en cuenta el retroceso del uso social de la lengua. Pero argumentó que puede haber «excepciones» y que el uso de otras lenguas «en momentos puntuales» no puede «distorsionar el modelo general».

Collboni también señalado

Illa no es el único blanco de los independentistas por su supuesta desatención a la defensa del catalán. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha sido el blanco escogido por el último comunicado de Plataforma per la Llengua (PxL) la entidad que lidera las denuncias contra todo el que no utiliza el catalán. Según la entidad, desde que Collboni accedió a la alcaldía, hace casi un año y medio, «todas las promesas hechas para defender la lengua se han reducido a palabras».

Plataforma recuerda que según el barómetro municipal «solo» un 36% de los vecinos de Barcelona tiene el catalán como lengua habitual. Un dato que llevó a ERC -formación de la que también depende Collboni para aprobar los presupuestos municipales- a reclamar al alcalde que presentara un informe con todas las acciones emprendidas por su administración en defensa del catalán. Informe que mes y medio después sigue sin aparecer, se lamentan desde la llamada «ONG del catalán».

Aunque lo más sangrante para Plataforma no es el silencio de Collboni, sino el hecho de que el Ayuntamiento de Barcelona se niegue a excluir de los talleres de sus centros cívicos a los profesores que imparten sus cursos en castellano. La respuesta del Ayuntamiento a la denuncia de clases en castellano «fue realmente decepcionante», se lamenta la entidad. El consistorio explicó que «el criterio de selección de los talleristas es su experiencia en la materia impartida«. Y añadía que «como es básico que este personal se sienta cómodo impartiendo la materia, pueden escoger el idioma en el que imparten las clases».

«Aunque recomendamos que siempre que sea posible se utilice el catalán, si prefieren hacerlo en castellano, no vemos inconveniente» concluía el gobierno local de Collboni en una respuesta que para PxL «es grave», porque «ampara la vulneración de los derechos lingüísticos de los catalanohablantes».

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