Telefónica avanza en el despliegue de su nuevo plan estratégico en el año de las celebraciones de su centenario y a la espera de nuevos cambios en el accionariado con la inminente autorización del Gobierno para que Saudi Telecom (STC), controlada por uno de los fondos soberanos de Arabia Saudí, alcance una participación del 9,9% en el capital, y con ello prácticamente empate como gran socio con el Estado español (a través de SEPI) y con Criteria (el brazo inversor de la Fundación LaCaixa), con un 10% cada uno.
La teleco registró un beneficio neto de 989 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 21,7% en relación a los 1.262 millones alcanzados en el mismo periodo del año anterior. En términos ajustados, el beneficio neto del grupo ha alcanzado los 1.914 millones de euros hasta septiembre, con un incremento del 16,8% más. La teleco se agarra a que la evolución de los negocios va en la “dirección correcta” y en la solidez de sus grandes mercados y de sus filiales clave para confirmar sus objetivos para el conjunto del año de más ingresos y más rentabilidad y para revalidar el pago de un dividendo de 0,30 euros en efectivo este este ejercicio.
“Nuestro plan de acción GPS es ambicioso y continúa dando resultados para avanzar en la dirección correcta y consolidar un crecimiento rentable. En los primeros nueve meses del año, en un contexto global de incertidumbres, Telefónica ha obtenido una ganancia de casi mil millones de euros y reitera todos sus objetivos financieros para el conjunto del ejercicio. Además, confirmamos la remuneración al accionista para 2024”, ha subrayado el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. Seguimos transformando las redes con un enfoque estratégico basado en la calidad y la solidez, y lo hacemos con un mayor grado de satisfacción de nuestros clientes. Las oportunidades que hay por delante son enormes y Telefónica seguirá aprovechando eficazmente sus recursos para impulsar el crecimiento al servicio de nuestros accionistas y clientes”.
Telefónica reitera todos sus objetivos financieros para el conjunto de 2024, con metas que consisten en el crecimiento de los ingresos en torno al 1%, del resultado bruto de explotación (ebitda) de entre el 1% y el 2% y de la caja operativa también entre el 1% y el 2%, así como situar la cifra de inversión sobre ingresos de hasta el 13% y lograr un incremento del flujo de caja libre superior al 10%. La compañía ha confirmado la remuneración al accionista correspondiente a 2024, consistente en un dividendo en efectivo de 0,30 euros por acción pagadero en dos tramos, en diciembre de 2024 (0,15 euros) y en junio de 2025 (otros 0,15 euros extra).
Golpe por las divisas
La compañía subraya la “favorable actividad comercial” registrada en todos los mercados, pero reconoce que las tasas de crecimiento en moneda local se han visto condicionadas en los resultados del tercer trimestre por la negativa evolución de los tipos de cambio, en especial en el caso del real brasileño. La depreciación de las divisas, de hecho, ha causado un impacto trimestral de 429 millones de euros en los ingresos y de 159 millones de euros en el ebitda.
Un golpe que ha hecho que los ingresos del tercer trimestre del grupo hayan descendido un 2,9%, hasta los 10.023 millones de euros. Entre enero y septiembre los ingresos totales de la compañía se han quedado en los 30.418 millones, con un leve incremento en relación a los 30.399 millones del año pasado. Por este impacto de las divisas, el ebitda ha caído un 2,5% en el trimestre, hasta los 3.260 millones de euros, mientras que en los nueve primeros meses del año este resultado operativo antes de amortizaciones ha alcanzado los 9.684 millones de euros, un 0,4% más.
La compañía ha conseguido gracias a su política de coberturas que el efecto del comportamiento de los tipos de cambio en el flujo de caja se haya limitado a 25 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio. De hecho, el flujo de caja libre -un parámetro fundamental para la teleco en su nuevo plan estratégico- se ha disparado hasta los 1.030 millones entre enero y septiembre, con un fuerte incremento del 27,7%, muy por encima del objetivo anual de elevarlo más de un 10%.
El grupo ha reducido hasta septiembre un 4,8% las inversiones ejecutadas, hasta los 3.642 millones. Un recorte con el que la compañía sitúa la ratio de inversión sobre ingresos en el 12%, en línea con el objetivo controlar la inversión y de cerrar el año por debajo del 13%. Asimismo, la caja operativa ha sido de 1.253 millones de euros en el tercer trimestre, en línea con la cifra del mismo periodo de 2023, y ha alcanzado los 4.001 millones de euros en los nueve primeros meses, un 2,2% más.
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