Más que vivir «de la fotografía», Rodrigo Núñez Buj, «Ico», quiere seguir viviendo «con la fotografía». Asegura que le hace feliz, le emociona y le llena. Este llanisco de 46 años acaba de recibir en Torrijos (Toledo) el Premio Nacional de Fotografía 2024 de la Confederación Española de Fotografía (CEF). Fue asimismo tercero en la categoría de libros de fotografía, con su obra «La indecisa mar. Un paseo lírico por las playas y la costa de Llanes», que en sus 256 páginas incluye 142 imágenes, 70 poemas, 12 relatos y 128 microrrelatos, todos de su cosecha, más una banda sonora en cada capítulo y una canción asociada a cada imagen. Un libro del que se hizo eco LA NUEVA ESPAÑA tras su publicación, en 2022.
Ico Núñez sabía que era uno de los tres finalistas al mejor fotógrafo del año, pero no supo que había ganado hasta el último instante, cuando, como si de una gala de entrega de los «Oscar» se tratara, se abrió un sobre que contenía un nombre. Recuerda que estaba «muy nervioso». Y el ganador es… Al oír su nombre sintió un verdadero raudal de emociones: sorpresa, alegría… «Satisfacción porque significa que se reconoce tu trabajo, tu trayectoria y tu evolución, y porque ves que lo que haces gusta a otras personas», explica.
Subraya que no esperaba ganar visto el gran nivel de los otros dos finalistas: Antonio Damián, autor de un fotorreportaje sobre los refugiados en Burkina Faso, y Juan Laguna, con una espectacular colección de fotografía abstracta. Satisfacción añadida fue recibir el galardón de manos de su admirado Emilio Morenatti, que entre otras muchas distinciones ha recibido dos veces el premio «Pulitzer» por sus trabajos en torno a la pandemia y a la guerra de Ucrania.
Para la categoría de mejor fotógrafo, Ico Núñez presentó un porfolio con diez instantáneas: cinco de ellas tomadas de Llanes, una en Cudillero, tres en Islandia y una en Canadá. Todo paisaje. La calidad de las imágenes convenció al jurado. Pero no solo de paisajes vive el ojo inquieto de Ico Núñez. También le interesa la fotografía de arquitectura, de aves, de naturaleza… Y desde hace un tiempo se ha adentrado en la fotografía pictórica abstracta. Hace un año se integró en el colectivo «Portfolio Natural», de fotografía de autor.
¿Y después de este prestigioso premio, qué? «Pues seguir haciendo fotos, porque ese es un hobby que cada día me llena más y me genera más satisfacciones», señala el llanisco, ingeniero de telecomunicaciones. Le satisface de manera especial que buena parte de las fotografías por las que ha sido premiado se hayan tomado en Llanes, donde promete buscar «nuevos rincones» que inmortalizar.
Este jueves, Rodrigo Núñez Buj, de la mano del colectivo Asemeyando, inaugura en la Casa de Cultura Federico García Lorca, de Riaño (Langreo), una exposición integrada por 22 obras titulada «La poesía del abstracto», que permanecerá abierta hasta el día 29. El autor ha intentado relacionar cada una de esas fotos con un pintor: Rothko, Monet, De Kooning, Kandinksy, Munch, Miró… Uno de los objetivos que persigue el llanisco es que la muestra sea «dinámica», que cada visitante encuentre algún paralelismo con esos autores u otros que se le vengan a la mente, y que deje escrito lo que le evoca cada cuadro.