Noelia Rodríguez (Mos, 1983) presenta este sábado en El Corte Inglés de Vigo (19.00 horas) su quinta novela, titulada «Nunca es mañana», una novela de romance contemporáneo con comedia, drama y saltos en el tiempo. Licenciada en Derecho Económico Empresarial por la Universidade de Vigo, la literatura forma parte de su vida desde que era niña.
—Con «Nunca es mañana», su quinta novela, ha optado por la autopublicación.
Mis dos novelas de urban fantasy, «Involución» y «Los Visionarios», las saqué con Toromítico (Almuzara), y la verdad es que me fue genial con ellos. Después, con el Grupo Planeta saqué dos ebooks, «Las rubias también lloran» y «Rosa desteñido», y tienen otro tipo de planteamiento. Este es el primero que autopublico, por tener otra opción. Yo quería probar el Kindle Unlimited porque es como una ventana más grande. Planeta, por ejemplo, no entra a Kindle Unlimited y es más difícil posicionarse en Amazon. Ese es el motivo.
—Y la autopublicación le abre esa ventana más amplia.
En el imaginario colectivo mucha gente todavía piensa que la autopublicación no es profesional, o puede no serlo, pero hoy en día es todo tan diferente… Es como con los videojuegos, o la música…; lo importante es la producción.
—Empezó por literatura juvenil (urban fantasy) pero con «Nunca es mañana» llega con una propuesta de friends to lovers.
Ya lo había explorado en «Las rubias también lloran», aunque de manera totalmente diferente, porque parte de otra situación. En «Nunca es mañana» los protagonistas (Álex y Blue) se conocen desde que ella tiene un año y él dos. Es una historia con saltos en el tiempo, con intervalos en las diferentes edades de los protagonistas.
—¿El primer beso nunca se olvida?
Lo que subyace en las costuras de la historia es ese amigo al que, de repente, lo quieres como algo más. Por distintos avatares en la edad adulta ese primer amor ya no forma parte de tu vida, pero ¿cómo puede ser que haya amores que persisten, que se quedan con un trozo de tu corazón?
—No sé si deba preguntar si hay un mañana para ellos…
No vamos a hacer spoiler. Lo que se trabaja en el libro es rechazar la idea de que cuando tienes un primer amor y ya no estás con él ya no forma parte de tu vida. De hecho, en el libro, hay muchos reencuentros y desencuentros. También rechaza esa idea de que has pasado tres años con una persona y no acaba contigo y que has perdido tres años de tu vida. De alguna manera, forma parte de tu vida y de cómo tú eres. La historia ofrece al lector desde el principio esa intriga sobre si acabarán juntos o no, o si Blue es también feliz con otras relaciones que va encontrando a lo largo de su vida.
—Usted es abogada, ¿qué lugar ocupa la escritura en su vida?
Estoy especializada en Derecho Procesal y Concursal, pero creo firmemente que el escritor nace. Es una forma de entender la vida. Yo empecé a escribir con 10 años y participaba también en los típicos concursos de poesía y de relato corto. Igual hubo algún tiempo que no podía ponerme a escribir, pero las historias no dejan de surgir. De hecho, en «Los visionarios» ya hago esa reflexión de que un escritor es escritor publique o no.
—¿Algún género o temática en el que se sienta más cómoda?
El género con el que más me identifico es la novela romántica, pero empecé por el urban fantasy como un reto conmigo misma. Te da, además, la posibilidad de hacer cosas diferentes; en la romántica es más difícil destacar o ser original porque está todo escrito, o casi todo. De todos modos, no me cierro a nada y sí que me gustaría también sacar algo de prosa poética y verso libre.