La DANA se ha cobrado más de 200 vidas y, por el momento, existen casi un centenar de desaparecidos, según los datos oficiales.

Isabel tenía 82 años y murió en la riada. Su hijo Juan José se la encontró ahogada en su propia casa, pese a que le advirtió de que se subiera a la escalera. «Le prometí que iba a llegar a por ella y llegué tarde», confiesa.

Su última voluntad siempre fue que la enterraran en el cementerio de Catarroja, junto a su marido. Sin embargo, el estado del cementerio tras el paso de la DANA no permite que su hijo Juan José cumpla su deseo.

Ahora, Juan José pide ayuda ciudadana para limpiar el cementerio. «Se ha volcado muchísima gente», nos cuenta, emocionado. Entre todos, espera poder enterrar a su madre tras la tragedia que, desgraciadamente, le ha quitado la vida.

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