El hombre más rico del mundo quiere un puesto en la Casa Blanca. Elon Musk, el empresario multimillonario detrás de Tesla y SpaceX, y el dueño de la red social X (antes Twitter) se ha posicionado a favor del expresidente Donald Trump durante su campaña presidencial para volver al poder, lo que le podría valer un puesto en su gabinete.
Nacido el 28 de junio de 1971 en Pretoria, Sudáfrica, de padre sudafricano y madre canadiense, mostró desde muy joven un talento para los ordenadores y un espíritu emprendedor. A los 12 años creó un videojuego y lo vendió a una revista de informática. Nada más cumplir la mayoría de edad, Musk abandonó Sudáfrica para evitar el servicio militar obligatorio dentro de un país aun bajo el régimen del apartheid y, con su pasaporte canadiense, migró al continente americano.
Musk estudió en la Queen’s University de Kingston, Ontario, y pidió el traslado de expediente en 1992 a la Universidad de Pensilvania en Filadelfia, donde se licenció en Física y Economía. Sin embargo, aunque se matriculó en un posgrado de física en la privada Universidad de Stanford, en California, lo abandonó tras solo dos días de clases para dedicarse a emprender atraído por esa misma Silicon Valley a la que se había mudado.
Emprendedor en serie
Elon Musk ha co-fundado siete empresas, empezando desde 1995. La primera que ganó notoriedad fue con el lanzamiento del sistema de pago electrónico PayPal, que vendió a la empresa de subastas en línea eBay por 1.500 millones de dólares, en 2002. SpaceX, fundada ese mismo año, fue su siguiente aventura empresarial, partiendo de la convicción de que la humanidad tiene que convertirse en una especie multiplanetaria para sobrevivir. Sin embargo, se propuso fabricar cohetes más asequibles. La empresa está ahora valorada en casi 210.000 millones de dólares, según Forbes.
En 2004, Musk fue uno de los primeros inversores del fabricante de vehículos eléctricos Tesla, aportando la mayor parte de la financiación inicial y asumiendo sucesivos altos cargos en la empresa. Su vocación entonces era que, a diferencia de la los vehículos eléctricos del momento, fuera un deportivo capaz de pasar de 0 a 100 km por hora en menos de cuatro segundos.
Su idilio con Twitter comenzó casi desde que él mismo se abrió una cuenta, en 2009, convirtiéndose en uno de los perfiles más populares. Tras meses de polémica sobre su capacidad de adquirir la empresa, así como de negociaciones con la misma, cerró un acuerdo de 44.000 millones de dólares en 2022. Entre sus primeras medidas como propietario estuvo la de despedir a casi la mitad de la plantilla, convirtió la marca de verificación azul en una suscripción de pago y disolvió el órgano de moderación de contenidos. También restableció muchas cuentas prohibidas, incluida la de Trump.