Estados Unidos se prepara para una noche electoral de alto voltaje. Más de 200 millones de personas han participado este martes en unas elecciones que determinarán si el próximo presidente del país es Kamala Harris o Donald Trump. Sin embargo, tras el cierre de los colegios electorales habrá un tercer protagonista indeseado: las máquinas de votación y las falsas conspiraciones de fraude que las rodean.

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