«Quienquiera que piense que es hora de jugar a las milicias, que se acerque porque le estamos esperando». La advertencia la pronunció el lunes el fiscal del distrito de Pensilvania, Larry Krasner, mientras informaba a los medios de los preparativos en el estado para garantizar la seguridad durante la jornada electoral de este martes. Krasner no dio nombres, pero claramente le hablaba a la constelación de grupos radicales de extrema derecha que llevan semanas calentando las redes con mensajes para tomar las armas si Donald Trump pierde los comicios y aprovechar la coyuntura para avanzar sus intereses en el presumible caos poselectoral que el entorno del republicano lleva meses preparando. Esta vez pocos se atreven a subestimar la amenaza. El asalto al Capitolio sigue muy vivo en la retina del país.

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