Considerado uno de los organismos más antiguos en el planeta, Pando (Populus tremuloides) consiste en un vasto sistema de raíces con casi 50.000 tallos clonados, repartidos en un área de más de 40 hectáreas en Utah. Nuevas muestras de ADN confirman que este extenso organismo, considerado como un único árbol, tiene entre 16.000 y 80.000 años de edad.
Luego de secuenciar cientos de muestras genéticas del árbol Populus tremuloides, conocido popularmente como Pando, localizado en Utah, científicos de la Universidad de Chicago en Illinois y del Instituto de Tecnología de Georgia en Atlanta, en Estados Unidos, concluyeron en un nuevo estudio publicado en bioRxiv que el icónico organismo sería un ejemplo de cómo las formas de vida más antiguas pueden preservar sus genomas de las mutaciones perjudiciales.
Entender cómo surgen y se propagan las mutaciones a través de individuos y poblaciones es fundamental para la biología evolutiva. La mayoría de los organismos poseen un ciclo de vida con “cuellos de botella” unicelulares durante la reproducción. Sin embargo, algunos organismos como plantas, hongos o animales coloniales pueden crecer indefinidamente, modificando la forma en que las mutaciones se propagan tanto en el individuo como en la población. Al mismo tiempo, estos organismos que se reproducen clonalmente pueden alcanzar una vida útil extremadamente larga.
Casi eterno
Según un artículo publicado en Nature, los investigadores confirmaron que Pando tiene entre 16.000 y 80.000 años, un dato que confirma lo indicado en estudios anteriores, que no solamente lo ubicaron como el posible árbol más longevo del mundo, sino además como uno de los organismos más antiguos de la Tierra. Aunque conforma un amplio sistema de raíces compuesto por aproximadamente 50.000 tallos clonados, que se reparten en un área de más de 40 hectáreas, es consideradno como un único árbol.
Además, la posibilidad de rastrear patrones de variación genética diseminados por todo el árbol hizo que los científicos descubran pistas vitales sobre cómo se ha adaptado y evolucionado a lo largo de su vida. Pando es triploide: esto significa que sus células contienen tres copias de cada cromosoma, en lugar de dos. En función de esta característica, no puede reproducirse sexualmente y mezclar su ADN con el de otros árboles: en su lugar, crea clones de sí mismo.
Buscando revelar los secretos de un organismo único
De acuerdo a un artículo publicado en Phys.org, los árboles de álamo Pando crecen a un tamaño extraordinario, pero no en cuanto a su altura o circunferencia, sino que envían raíces desde las cuales se desarrollan otras plantas similares a árboles. De esta manera, un único álamo Pando se puede confundir fácilmente con un pequeño bosque de varios árboles de aspecto casi idéntico, ya que se trata de clonaciones.
Los investigadores lograron develar parte del increíble sistema vital que hace posible que este árbol sea casi eterno: pudieron revisar aproximadamente 4.000 variantes genéticas que habían surgido cuando Pando se clonó repetidamente durante milenios. Aunque este proceso genera descendientes que son genéticamente idénticos, todavía pueden acumular mutaciones a medida que sus células se dividen. Los biólogos buscan revelar en estas variaciones la información relacionada a cómo ha cambiado la planta desde que surgió el primer brote.
Referencia
Mosaic of Somatic Mutations in Earth’s Oldest Living Organism, Pando. Rozenn M. Pineau et al. bioRxiv (2024). DOI:https://doi.org/10.1101/2024.10.19.619233