Martes negro para la economía francesa después de que dos grandes del país, Alcampo y Michelín, anunciasen el despido de más de 3.000 trabajadores en su totalidad. Desde hacía semanas corrían rumores de que ambas empresas iban a llevar a cabo importantes recortes en sus plantillas y una restructuración del negocio, que implicaba el cierre de las fábricas Michelín de Vannes y Cholet, y el cierre de decenas de establecimientos en el caso de Alcampo, pero “nadie imaginó tal catástrofe”, afirman los sindicatos.
«El colapso de la actividad lo que ha provocado esta situación, y quiero decirles a todos estos empleados que no dejaremos a nadie atrás», justificó el director general de Michelin, Florent Menegaux, mientras que los sindicatos de las fábricas Michelín lo niegan: “Es falso. La única razón por la que Michelin está cerrando estas fábricas es porque Michelin ha aumentado sus precios y la competencia sigue vendiendo más barato», explica el delegado de la CGT, Romain Baciak.
El deterioro de la competitividad europea
El cierre de las fábricas de Michelin dejará a 1.254 personas sin trabajo, que principalmente se encargaban de fabricar neumáticos pequeños para camiones ligeros. Un mercado que, en los últimos años, “ha experimentado un importante receso en Europa”, como consecuencia del deterioro de la competitividad europea, y la “inevitable competencia asiática”, afirman la dirección de Michelin.
El cierre se producirá en dos etapas; la primera en 2025 y la segunda a principios del 2026, y la producción, en descenso, la asumirán otras plantas del grupo situadas en España, Italia y Polonia. Una decisión que ya ha despertado reacciones entre los sindicatos, que de manera unánime han llamado a la huelga, que empezará este miércoles a las 8h, y piden que el resto del sector se una en solidaridad.
Reducir plantilla para relanzar la marca Alcampo
En el caso de Alcampo, su reestructuración se centra en una estrategia para “intentar relanzar” la marca, que lleva una década perdiendo relevancia en el mercado, en la que no solo se prescindirá de un gran número de trabajadores, sino que se llevarán a cabo alianzas con otras marcas, como Intermarché, o se reducirá el tamaño de los hipermercados.
Este plan de “escala histórica”, tal y como lo describe el sindicato de la CGT, afectará a 2.400 trabajadores y al cierre de decenas de comercios en todo el territorio francés, pero no es la primera vez. Ya en 2020, la empresa llevó a cabo un plan de salida voluntaria que afectó a 500 empleados, y meses después, eliminó 1500 puestos más.
Francia bate récord: 66.000 empresas cierran en un año
Las empresas francesas consiguieron surfear la ola del Covid-19, gracias a las ayudas públicas proporcionadas por el gobierno de Macron. Unas ayudas que se extendieron tras el impacto de la guerra de Ucrania, pero no iban a ser eternas, especialmente, tras los problemas de déficit público que afronta Francia.
Después de que el gobierno anunciase el fin de estas subvenciones, 66.000 empresas han echado el cierre en el último año, según un estudio de Altares. Unas cifras récord en el país galo, que se unen a los últimos estudios de INSEE que, no solo apoyan este repunte del 24% respecto al año anterior, sino que dan más detalles.
El 75% de las firmas que han echado el cierre son microempresas. Las pymes francesas están en apuros, registrando un aumento de los impagos de más del 48%, según estudios del INSEE. Cifras récord que señalan en especial a sectores, como la construcción y la distribución de automóviles.
Después de publicarse estas cifras y de conocerse el histórico recorte de los dos grandes de Francia: Michelin y Alcampo, el ministro de economía y finanzas, Antoine Armand, fue contundente: «El Estado estará extraordinariamente atento» a la reclasificación de «todos los empleados» afectados y hará «todo lo posible para ayudar a encontrar un comprador» para ambos sitios.
A estas declaraciones se unieron las del primer ministro, Michel Barnier, quien afirmó que le gustaría “saber” qué han hecho estas empresas con “el dinero público que el gobierno les proporcionó”: «No estoy orgulloso (…) de una política que destruiría empleos jamás», añadió-