‘First Dates’ suele dejarnos momentos de lo más peculiares y extraños, al menos en ciertas ocasiones. Aunque el objetivo del programa es que los participantes encuentren el amor, no siempre se cumple.
El programa está presentado por Carlos Sobera. Se estrenó en 2016, y tanto ha sido su éxito que ha sido proclamado como un programa de referencia de Cuatro. Los espectadores pueden disfrutarlo de lunes a viernes a las 21:05 horas.
Hoy, la cita del día fue la que ha juntado a Montse, una asesora fiscal de 61 años y Elisabeth, una teniente del ejército de origen catalán de 47 años.
La diferencia de edad podría llevar a pensar en que sería el germen para que la cita no funcionara de la manera en que las comensales esperaban, que también, aunque no lo hizo por motivos distintos.
Montse arrancaba su presentación muy alegre, destacando que su soltería persistía por no haber encontrado a nadie los últimos cuatro años: «Vengo con la esperanza de encontrar a una chica con cultura y con la que se pueda hablar de todo«, comentaba.
Por su lado, la catalana llegaba ensalzando su capacidad de adaptación: «Me adapto al entorno, lo mismo estoy en el Ejército que con una toga«, decía.
Cuando empezó la cita, rápidamente salió el tema de la edad, aunque siguieron hasta la mesa para conocerse un poco más. Allí fue cunado saltaron las primeras chispas visibles entre las dos: «Mi familia es de Andalucía, me siento muy sevillana«, comentaba Elisabeth.
Montse respondía defendiendo orgullosa su origen catalán: «A mí se me nota que soy catalana y no lo voy a disimular«, comentaba. Esto, sin embargo, descolocó a su cita, que le respondía airadamente: «No me gusta el acento catalán, con todos mis respetos. De hecho, nunca he hablado catalán porque no me gusta ni el catalán, ni el acento».
A Elisabeth tampoco le gustaba la profesión de Montse en el ejército. Esta le replicó señalándole que, a diferencia de ella, no se siente española: «Tengo una identidad que es muy distinta a la española, unas costumbres, una manera de ser. Por ejemplo, los toros me dan repelús«, comentaba.
Tras todo esto, era evidente que las comensales no querrían conocerse mejor fuera del programa, algo que se confirmó tras la cena.