La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no ha tardado en desmentir las palabras del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en las que aseguraba esta mañana que el mismo martes esta entidad de competencia estatal desactivó tres veces la alerta hidrológica y que fue poco antes del famoso mensaje de móvil de las ocho de la noche cuando les advirtieron de lluvias torrenciales y de la posible rotura del embalse de Forata.
Las confederaciones hidrográficas tienen entre sus competencias «medir y proporcionar datos actualizados en dos instancias: datos de pluviometría y el nivel de los cauces, técnicamente calificado como aforo». «Entre sus competencias no está la de emitir las alertas públicas en materia hidrológica. Son las autoridades competentes en materia de protección civil las responsables de evaluar las posibles afecciones de ese riesgo físico en la población y en el entorno, y, por tanto, de emitir los avisos que corresponda y adoptar las medidas de protección que consideren más adecuadas en cada caso», recalcan desde el organismo de cuenca dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.
«Las confederaciones hidrográficas cuentan con una red automática de información hidrológica (SAIH) que permite monitorizar caudales permanentemente para que las autoridades de emergencias valoren la afección concreta sobre el territorio y determinen actuaciones para prevenir daños. Para realizar esta valoración cuentan también con datos meteorológicos de predicción proporcionados por la Aemet», recuerda la CHJ. «En el contexto de esta DANA, los servicios de medición de la Confederación Hidrográfica del Júcar proporcionaron los datos del nivel de los cauces de los ríos», señalaban.
«En consecuencia, ante la primera crecida del Barranco del Poyo que se produjo en torno a las 12:30 horas del martes 29 de noviembre, el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana emitió la alerta hidrológica. En esa alerta se advertía a la ciudadanía del peligro de acercarse a riberas y barrancos. Este peligro venía precedido por una alerta roja de la Aemet emitida a las 7:31 horas de la mañana del martes», subrayaban desde la CHJ, como ya publicó Levante-EMV en su edición del pasado sábado.
Según recuerda la CHJ en el comunidado enviado este lunes tras las declaraciones de Mazón: «En las siguientes horas, los datos reflejan una disminución progresiva del caudal del Barranco del Poyo: • 12:07 h. – 264 m3/s • 13:20 h. – 120 m3/s • 14:35 h. – 55,86 m3/s • 15:50 h. – 28,70 m3/s . Estos datos no supusieron ninguna desactivación de la alerta emitida por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valencina. Son únicamente datos objetivos de medición de aforo. A partir de las 17 horas se detecta un aumento brusco del caudal del Barranco del Poyo. A las 17:30 horas alcanza el mismo nivel de aforo que motivó la alerta emitida por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana del mediodía. Sin embargo, esta vez las autoridades autonómicas no emitieron una nueva alerta».
«A las 18:55 el caudal alcanzó 2.282 m3/s, en ese momento la fuerza del agua, que venía reflejándose desde dos horas antes, acaba por arrastrar los sistemas de medición. Las autoridades competentes contaron con la predicción meteorológica proporcionada por la AEMET y los datos de las consecuencias de esa predicción, es decir, el aumento del caudal en el Barranco del Poyo, especialmente peligrosas desde las 17 horas», concluyen.