La vida puede dar un giro en un instante, y Jerry Hicks lo sabe mejor que nadie. Este carpintero estadounidense, residente en Carolina del Norte, vio cómo su vida cambió radicalmente al encontrar un billete de 20 dólares tirado en el suelo. Aquel pequeño golpe de suerte lo llevó a arriesgarse un poco más, invirtiendo el dinero recién hallado en un boleto de lotería.
Sin embargo, la historia no termina ahí. Según cuenta el propio Hicks, al llegar a la tienda descubrió que el boleto que buscaba no estaba disponible. Sin pensarlo demasiado, compró otro billete de “rasca y gana”, el juego “Extreme Cash”. La suerte, que ya le había sonreído con el hallazgo del billete, le tenía reservada una sorpresa aún mayor: al raspar el boleto, descubrió que acababa de ganar un millón de dólares.
El día más afortunado
“No tenía pensado jugar”, confesó Hicks en una entrevista poco después de vivir el que sin duda fue el día más afortunado de su vida. Optó por recibir el premio en un solo pago, llevándose 429.000 dólares después de impuestos, en lugar de recibirlo en cuotas anuales durante 20 años.
Con ese dinero, Hicks planea ayudar a sus hijos y, finalmente, retirarse tras más de cinco décadas de dedicación a la carpintería. “Después de tantos años trabajando en este oficio, es un verdadero alivio poder pensar en retirarme y apoyar a mi familia”, comentó el afortunado.