La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) dejó de lanzar avisos a las 16.13 horas del martes 29 de octubre. En ese momento comunicaba que el caudal del barranco del Poyo, la zona cero de la DANA que deja ya más de 200 fallecidos, estaba descendiendo. Sin embargo, a las 18.43 horas ya lanzaban un aviso por una subida muy considerable del caudal «especialmente peligrosa».
El aviso de dos horas y media antes era el tercero del día en el que la CHJ había ido comunicando una bajada de caudal. A eso es a lo que se refirió, este lunes por la mañana Carlos Mazón cuando dijo que la entidad de cuenca había «desactivado las alertas» hasta «en tres ocasiones».
El presidente de la Generalitat Valenciana trataba de defender su gestión. Y de explicar por qué su Gobierno no lanzó la alerta de emergencia a los móviles de los habitantes del sur metropolitano de Valencia hasta las 20.11 horas, demasiado tarde. Pero lo hizo equivocando o exagerando las palabras. Cambiando aviso por alerta. Y afirmando que se «levantaron» esas alertas «hasta tres veces». Y eso dio pie a un desmentido del Ministerio de Teresa Ribera.
«Las confederaciones hidrográficas no lanzan alertas, el organismo competente para lanzar alertas hidrológicas son los servicios de emergencias autonómicos», explicaba en su nota.
Pero el comunicado añadía que «a partir de las 17 horas se detecta un aumento brusco del caudal del Barranco del Poyo. A las 17:30 horas alcanza el mismo nivel de aforo que motivó la alerta emitida por el Centre de Coordinació d’Emergències de la Generalitat Valenciana del mediodía».
Sin exculparse de los efectos trágicos, la Generalitat sí que destaca que, en esas dos horas y media, y a pesar del súbito aumento del caudal del barranco, la CHJ no emitiera ningún aviso. Y recuerda que la ley de Protección Civil le obligaba a hacerlo.
La norma es taxativa, en su artículo 12.3: «Todos los organismos de las Administraciones Públicas que puedan contribuir a la detección, seguimiento y previsión de amenazas de peligro inminente para las personas y bienes comunicarán de inmediato al Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias de Protección Civil cualquier situación de la que tengan conocimiento que pueda dar lugar a una emergencia de protección civil».
«Peligro real»
Sin embargo, entre las 16.13, cuando todo parecía reconducirse, y las 18.43, momento que el aviso ya pasó a «peligro real» los técnicos de la CHJ no se comunicaron con los de Emergencias de la Generalitat. Ni siquiera los que estaban reunidos en ese mismo momento en el CECOPI con las autoridades de Carlos Mazón.
Un encuentro que comenzó a las 17:00 horas, justo cuando ahora admite la CHJ que ya había detectado la subida enorme del caudal. Y se prolongó hasta pasadas las 19.00 horas.
Y esa es una de las razones que ahora alega la Generalitat para explicar por qué las autoridades autonómicas no emitieron una nueva alerta.
«El correo que envía el organismo de cuenca a las 16:13 horas confirma que el caudal era de 28,7 metros cúbicos por segundo en el barranco del Poyo y el Centro de Emergencias no desactiva la alerta hidrológica», explica la Genelralitat.
«A las 18:55 el caudal ya alcanzaba 2.282 metros cúbicos por segundo», es decir casi 100 veces más en esas dos horas y media. «En ese momento la fuerza del agua, que venía reflejándose desde dos horas antes, acaba por arrastrar los sistemas de medición», explica el comunicado de la Confederación. Pero ya era tarde.
En la reunión del CECOPI había representantes de la Generalitat, de la Delegación del Gobierno, de la AEMET y de la CHJ. Los representantes de este organismo de cuenca, adscrito al Ministerio de Transición Ecológica «no advirtieron de ningún riesgo», insiste la Generalitat.
«No enviaron ninguna comunicación al Centro de Coordinación de Emergencias desde las 16:13 horas hasta las 18:43 horas del martes 29 de octubre pese al «aumento brusco» del caudal del barranco del Poyo», explican fuentes del Gobierno de Mazón.
Y añade que aunque la propia CHJ afirma que las consecuencias eran «especialmente peligrosas desde las 17:00 horas», no hubo comunicaciones pese a lo que marca la ley hasta las 18:43 horas, «cuando se avisa de un caudal de 1.686 metros cúbicos por segundo con tendencia ascendente y con una crecida muy rápida».