«Llevamos aquí en Paiporta desde el viernes, somos de la Brigada Aragón 1 de Zapadores, nuestro cuartel está en Zaragoza en la Carretera de Huesca». Con estas palabras explica el joven soldado Gurrea qué tareas humanitarias y de reconstrucción están realizando en Paiporta. Básicamente, «nos dedicamos a limpiar las calles y a quitar escombro, todo el día, nos manda a dónde más falta hacemos. Trabajamos en dos turnos y estamos alojados en la base de Bétera». Al preguntarle qué impresión tiene de lo que ha visto, su respuesta es clara: «Cuando vimos esto, me pareció que estábamos en The Walking Dead», la serie de zombies que deja las ciudades de EEUU arrasadas, entre escombros y basura. Entre otros servicios, Levante-EMV pudo comprobar como los soldados de otro regimiento sacaron un vehículo de un garaje subterráneo con una polea desplegada desde un camión.
Despliegue del Ejército con toda clase de maquinaria
A diferencia de otros días, el Ejército se ha desplagado en Paiporta con toda clase de maquinaria pesada, camiones y palas. Además, hay Policía Militar armada para prevenir posibles altercados. Durante todo el día, en la localidad de l’Horta, suenan las sirenas sin cesar de ambulancias, vehículos de Protección Civil, coches de policía y de Guardia Civil… además procedentes de diferentes puntos de España. Igualmente, en al menos dos enclaves de la localidad, se han instalado puestos de atención social con comida caliente, bebida y productos de higiene personal. Este diario pudo comprobar cómo dos policías de Teulada, que van y vienen a su población en el día, asistieron a una mujer joven, a la que trasladaron en brazos hasta zona segura y seca ya que no podía moverse por un esguince. Otros dos agentes de la Policía Local de Paiporta también rescataron a una mujer y la acompañaron junto a su hijo a un coche familiar para trasladarla a un centro hospitalario cercano.
La ONG Remar pide productos de higiene
Jorge Vázquez es el encargado de la ONG Remar SOS. Esta entidad ha instalado un puesto de reparto de comida, agua, leche, pañales, ropa y toda clase de productos en Paiporta, en la replaceta de la calle Cardenal Benlloch con el carrer Sant Antoni. Su principal demanda es: «Necesitamos lejía, geles hidroalcoholicos y desinfectantes». Esta entidad está repartiendo comida desde primera hora de la mañana en un bajo que les han prestado. «Necesitamos productos de limpieza porque hay barro y suciedad por todas partes. Lejía y geles hidroalcohólicos además de comida. Ya nos está faltando comida como huevos, verdura, pasta, arroz, conservas… A la gente que viene le damos dos bolsas, una con comida para consumir sin necesidad de cocinarla y otra para las personas que tienen luz y gas. Hay muchas personas que no tienen luz y por eso se llevan alimentos aptos para consumir, que no hay que cocinar».
«Necesitamos palas excavadoras, bombas y tractores»
En el taller de Luis Martínez, Talleres Copi Motor, el dueño -que luce una camiseta de la Senyera del Valencia CF- y tres trabajadores se afanan en limpiar y limpiar barro. Con cuatro cepillos grandes venga y venga. De vez en cuando pasa alguien por la puerta, vecinos y amigos a los que preguntan por sus parientes. «Ahora es necesario que traigan maquinaria pesada. Necesitamos camiones y bombas» para sacar muebles, coches y escombros de los bajos comerciales. Un compañero señala a este periódico una mancha negra que cubre todas las paredes del taller. Está a al menos 2,5 metros de altura. «Hasta ahí llegó el agua, eso no es pintura negra» señala. «Solo pido -reitera- que se dejen de tirarse la culpa los unos a los otros y nos manden la maquinaria ya la maquinaria que necesitamos: excavadoras, bombas, tractores…»
Otro compañero suelta el lema que se ha hecho famoso ante la inacción de la administración durante los primeros días de la catástrofe. «El poble salvarà al poble». Y más agradecidimientos. «Han venido muchos chicos jóvenes a ayudar, a limpiar y a trabajar», incluyendo todoterrenos de toda España y maquinaria que han aportado particulares.
Indignación contra Sánchez y Mazón
Otro ciudadano de Paiporta, Carlos Abad, ha mostrado a Levante-EMV su indignación por la forma en que el presidente de la Generalitat Carlos Mazón y el presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez han gestionado esta crisis. Este maestro se ha venido de Barcelona en cuanto ha podido. «La casa de mi abuela, en la calle Lepanto, ha quedado destrozada, menos mal, que ella no estaba dentro en ese momento». Lo peor, lamenta es que se la estaba reformando y todo lo que se ha invertido, se ha perdido. «Los políticos no han estado a la altura. A izquierdas y derechas. Mazón reacionó tarde y dio el aviso tarde, pero Sánchez tuvo que asumir el mando desde el minuto uno». El resultado es que muchas casas de pueblo, con planta baja y una altura, están arrasadas. Y que ha habido muchas muertes.