«Es indescriptible el drama que hay aquí». La sensación de que la devastación desborda lo imaginable, a pesar de haber visto imágenes y vídeos de los destrozos provocados por la DANA en Valencia desde el pasado miércoles, cunde entre quienes llegan desde Aragón a colaborar en las labores de recuperación y búsqueda de víctimas.
Juan García Chavarri, bombero forestal de La Almunia de Doña Godina, lleva más de 24 horas en Catarroja, desde que el Gobierno de Aragón les movilizara en la madrugada del domingo para sumarse al contingente enviado a una de las localidades más dañadas por la gota fría. Junto a sus compañeros de cuadrilla, Alberto, Mario y Miguel, habla de imágenes sobrecogedoras y del dolor de la gente. «La sensación es de abandono total. Es indescriptible el drama que hay. Aquí hay trabajo de recuperación para muchos meses, y después de cinco días los vecinos no dejan de decirnos que somos los primeros a los que ven manchados», lamenta.
Con sus compañeros, este domingo trabajaron principalmente en el achique de agua de algunos de los garajes subterráneos donde se teme que pueden quedar víctimas ahogadas. «Hemos limpiado uno de los garajes, primero sacando agua y luego retirando los coches, que estaban apilados unos sobre otros. De momento no hemos encontrado víctimas, pero en otro edificio nos tememos lo peor, porque el agua llega hasta arriba», explicó García Chavarri, en conversación intermitente con EL PERIÓDICO, por los problemas de cobertura que afectan a la zona. «No hay ni luz, ni agua. La gente está desesperada, se sienten abandonados. Pero entre el dolor también están animados porque los voluntarios se han volcado», resume el bombero forestal de La Almunia.
Javier Fernández Mora, bombero zaragozano, relató cómo han trabajado los bomberos de Zaragoza en las inundaciones de Valencia. «Nosotros fuimos el primer dispositivo que nos desplazamos, fuimos con vehículos acuáticos y con la unidad canina, nuestra misión era recorrer una zona que estaba anegada, la zona final del barranco del Poyo, que es donde se acumulaba toda el agua, y nuestra misión era recorrer todos los márgenes de la ribera y valorar que allí no hubiera ninguna persona atrapada y también los coches que nos íbamos encontrando para descartar que hubiera personas en su interior, puesto que era una zona de desagüe», explica.
«Cualquier imagen que aparece por televisión dista mucho de la realidad, cuando llegamos allí ya vimos por dónde había llegado el agua y eso nos causó mucha impresión. Ver por dónde había superado el agua los cauces de los barrancos nos pareció dantesco», rememora Fernández Mora.
Protección Civil
Hasta Catarroja también se desplazó ayer la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil (AVPC) de la Sierra de Albarracín. «No hay foto para expresar lo que hay allí, lo han perdido todo. Hay imágenes que son difíciles de borrar», sostiene el jefe de preventivos y presidente de la entidad, Antonio Prados, después de una larga jornada de trabajo que comenzó a las 07.00 horas y en la que se encargaron de regular el tráfico de personas para evitar percances con la maquinaria que trabajaba sobre el terreno.
Allí se cruzaba gente llegada desde diversos puntos de España –«voluntarios anónimos», aplaude Prados– que trabajaron en la retirada de chatarra, de barro y de agua. «Son ríos de personas ayudando. Algunos vecinos rompían a llorar y otros daban los ánimos y las gracias», explica el voluntario. «Yo tenía una visión, pero cuando estás en el punto cero… (silencio) No hay palabras para describir aquello», concluye.