Casi una semana después de las lluvias torrenciales en la Comunidad Valenciana, que por el momento deja un balance de 210 fallecidos, los vecinos por la DANA continúan conviviendo con agua estancada, lodo y objetos inservibles. Una catástrofe natural que, si no se toman medidas urgentes, también puede ser sanitaria.
Y es que, las inundaciones son el escenario ideal para la proliferación enfermedades infecciosas. Así lo explica a este diario la doctora María del Mar Tomás, microbióloga del Hospital Universitario de A Coruña y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (SEIMC).
De ahí, que se recomiende el uso de mascarillas, guantes y botas tanto a los voluntarios que llegan a las localidades afectadas para echar una mano como a los propios vecinos. El riesgo de propagación es «relativamente bajo», pero las posibilidades de un brote aumenta a medida que pasan las horas.
«La exposición al agua contaminada de las riadas e inundaciones por aguas residuales y estiércol provoca infecciones como sarpullidos, gastroenteritis, E. Coli o salmonella«, recalca a ‘Guías de Salud’.
También dengue. «El agua, junto con otras condiciones adversas, da lugar a la proliferación de vectores como pueden ser mosquitos, que dan lugar a brotes como el dengue», subraya la especialista en enfermedades infecciones. Es importante eliminar aquellos lugares con agua estancada para evitar los criaderos de mosquitos. Se debe utilizar ropa que cubre brazos y piernas y repelentes contra insectos.
Leptospirosis: así es la enfermedad que más preocupa tras la DANA
«Otro riesgo de infección que puede haber a medio plazo es la leptospirosis, que ocurre después de lluvias torrenciales o inundaciones«, cuenta la doctora Tomás. Se trata de una enfermedad «preocupante» que es endémica en países con climas húmedos subtropicales y tropicales. «Es una bacteria cuyos vectores de transmisión son los fluidos de los roedores» y cuyas manifestaciones clínicas puede manifestarse de muchas formas distintas e incluso confundirse con patologías más leves.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se presenta de cuatro categorías clínicas diferentes:
- Enfermedad leve con los síntomas típicos de la gripe
- Síndrome de Weil caracterizado por ictericia, falla renal, hemorragia y miocarditis con arritmias
- Meningitis
- Hemorragia pulmonar
Los síntomas más habituales (fiebre, dolor de cabeza, infección conjuntival o dolor en el músculo de la pantorrilla) aparecen entre 5-14 días después de la infección, aunque puede alargarse la incubación hasta los 30 días. La fiebre súbita, los escalofríos y la ictericia son claves para el diagnóstico de la leptospirosis, que se transmite en suelos y aguas contaminadas. Si no se trata de forma urgente, puede ser mortal.
Tétanos: la otra infección preocupante para los afectados por las inundaciones
La Generalit Valenciana ha hecho un llamamiento: vacunación contra el tétanos en caso de sufrir «alguna herida o sangrar en las labores de reconstrucción». Es una enfermedad infecciosa que, como nos recuerda la doctora, se adquiere tras la infección de cortes o heridas, pero que no se transmite de persona a persona. No hay riesgo de contagio.
Cualquiera puede contraer el tétanos. Sin embargo, es especialmente virulento en recién nacidos y mujeres embarazadas. Por eso, las autoridades están facilitando las primeras vacunas contra esta enfermedad a vecinos de las zonas afectadas por la DANA. El objetivo es reducir al mínimo el riesgo de infecciones por la bacteria Clostridium tetani, presente sobre todo en el suelo, cenizas, intestinos y heces de personas y animales.
El período de incubación del tétanos varía entre 3 y 21 días después de la infección. Los síntomas más habituales incluyen:
- Calambres en la mandíbula
- Espasmos musculares
- Dificultad al tragar
- Convulsiones
- Dolor de cabeza
- Fiebre y sudoración
- Cambios en la tensión arterial o aceleración de la frecuencia cardíaca.
Medidas para evitar el riesgo de infección
La microbióloga aconseja el «lavado frecuente de manos». Si no hay acceso a agua potable, con gel hidroalcohólico.
Se debe evitar el consumo de agua y alimentos contaminados, ya que aumenta el riesgo de contagiarse de hepatitis A (es una enfermedad que se transmite por vía alimentaria) y llevar siempre puesta la mascarilla, en la medida de lo posible, guantes y botas. Esto último es altamente recomendable en el caso de cortes en las piernas. Si entran en contacto con el agua contaminada, hay mayor riesgo de contraer enfermedades.
Si participas en las labores de limpieza, además de las precauciones comentadas, debes lavar toda la ropa a 60 grados. Es la temperatura mínima para desinfectar.