La visita de los reyes a Paiporta ha terminado de una manera abrupta. La comitiva, con los coches con algunas ventanillas reventadas a pedradas, ha abandonado la localidad valenciana hace unos minutos y ahora mismo están en Chiva. Antes se ha visto a la reina Letizia con las manos y el rostro manchados de barro también aguantando los reproches, los insultos y los gritos de los vecinos mientras se llevaba las manos a la cara intentado no romper a llorar. La seguridad intentaba proteger a la reina llevándola hacia el coche, pero no ha querido entrar, ha seguido acercándose a los vecinos de Paiporta.