La Universidad César Vallejo vivió un episodio amargo en su historia futbolística tras perder 3-1 ante Atlético Grau, lo que marcó su descenso a la Liga 2 para la próxima temporada. El conjunto poeta, a pesar de los esfuerzos y el plantel experimentado, no logró mantener la categoría y deberá disputar la Segunda División en 2025. Este resultado no solo deja tristeza entre los hinchas trujillanos, sino que también marca la tercera vez que el equipo trujillano desciende en su trayectoria.

El equipo, fundado en la ciudad de Trujillo, logró su primer ascenso a la Primera División en 2003 tras consagrarse campeón de la Copa Perú. Sin embargo, su estancia en la élite fue breve, ya que en 2005 descendió por primera vez. 

Otro momento difícil para la UCV llegó en 2016. Tras una destacada campaña que le permitió clasificarse a la Copa Libertadores, el cuadro poeta fue eliminado en la primera fase por el poderoso São Paulo de Brasil. A nivel local, la temporada fue complicada y terminó en el penúltimo lugar de la tabla, marcando así su segundo descenso en la historia.

Fue en 2018 cuando la Universidad César Vallejo, de la mano de su técnico José «Chemo» del Solar, volvió a la Primera División. Desde entonces, el equipo trujillano había logrado mantenerse en la máxima categoría e incluso competir por lugares de clasificación internacional en algunas temporadas. Sin embargo, este 2024 fue un año complicado: pese a contar con una plantilla competitiva, compuesta por jugadores experimentados y de renombre, el equipo no alcanzó los resultados esperados.

Esta temporada 2024 fue especialmente complicada para la Universidad César Vallejo, que no logró salir del penúltimo lugar en la tabla de posiciones, finalizando con solo 30 puntos. Durante el año, el club trujillano tuvo tres entrenadores en el banquillo, pero ninguno consiguió enderezar el rumbo.

El primero en asumir fue Roberto Mosquera, quien inició la temporada con la esperanza de consolidar al equipo en la Liga 1. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, y tras una serie de malos resultados, Mosquera dejó el cargo. Le siguió Guillermo Salas, quien tampoco logró los objetivos y se vio superado por la difícil situación. Finalmente, Luis Hernández tomó las riendas en un último intento por salvar la categoría, pero tampoco pudo revertir la crisis futbolística del equipo.

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