Es la historia de todos los años. Con el inicio del nuevo curso escolar, muchos profesores se enfrentan a nuevos alumnos y a otros tantos compañeros a los que, a lo largo de las primeras semanas, no conocen en el plano personal. Pero en el caso de Luis Antonio Irzo, el exconcejal de Huesca (PP) que fue condenado a siete años de cárcel por maltratar a su mujer y a sus tres hijos, ese plano personal vinculado a la violencia sale pronto a la luz. Así ha sucedido desde que, en 2017, Irzo comenzara a ejercer como docente en el IES Valdespartera y, aunque «siempre ha habido revuelo» en todos los centros en los que ha impartido clase, nunca se ha llegado al «extremo» del IES Goya con sentadas en forma de protesta por parte del alumnado. A su exmujer y víctima, Paloma Delgado, le resulta «una ofensa», tal y como reconoce en declaraciones a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. «Me parece una burla. El mensaje que se transmite a la sociedad es negativo porque se minimiza el delito y se vuelve a a ningunear a la víctima», lamenta Delgado.

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