Las imágenes del satélite estadounidense Lansat-8 revelan como pocas la magnitud de la gota fría del martes que muestran la brutal transformación del paisaje antes y después de las precipitaciones. La primera captura corresponde al martes 8 de octubre, la segunda al miércoles 30. Un día después de la tragedia tras registrarse trombas de agua de casi 500 l/m² en puntos como Chiva. Las lluvias, explosivas en las cabecera de los ríos, fueron ganando velocidad a medida que transcurrían por cauces y barancos para avanzar como una lengua destructora arrasando todo a su paso.

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