Decía hace unos días el mítico George Weah, único Balón de Oro africano y actual presidente de Liberia, que cuando tenía un mal día en el trabajo se ponía un partido de fútbol de sus equipos para olvidarlo. Y empezó a enumerarlos, nombrando a varios de los clubes en los que desarrolló su carrera hasta que de repente, sorprendentemente, mencionó a uno con el que nunca tuvo relación, el Atlético de Madrid. Quién sabe por qué y de dónde viene ese inesperado cariño, pero lo cierto es que si este jueves eligió su partido de Copa del Rey ante el modestísimo Vic para animarse, no fue precisamente correspondido ni estuvo cerca de lograr su objetivo.

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